Francisco y su familia están estrenando casa y nueva vida. "Deseando estar aquí ya tranquilo y poder vivir como todo el mundo", afirma Francisco Fernández, enfermo de fibrosis quística.

Porque hasta ahora Francisco no vivía, más bien sobrevivía entre humedades y hongos. Sufre fibrosis quística y la casa donde vivían se convirtió en su principal enemiga.

"Desde siempre los médicos nos han dicho que el niño no tenía por qué estar aquí porque la humedad y los hongos que hay no le venían bien para sus pulmones", señala Encarnación Henri, madre de Francisco.

Más de un año viviendo separados o en el hospital hasta que llegó el primer milagro: dos pulmones nuevos recién trasplantados. Y adiós a las humedades gracias a un contrato de permuta de vivienda.

"Aquellas familias que reúnan una serie de condiciones se le cambia su vivienda actual por una vivienda del parque social de la empresa", comenta Felipe Castro, gerente de Empresa Municipal Vivienda de Sevilla.

Su vieja casa será rehabilitada para que otra familia, que también lo necesite, la habite pronto. Y ellos, "empezar una vida nueva", afirma José Antonio Fernández, padre de Francisco.