Las activistas de 'Almas Venganas' se lanzaron a la fama después de que se viralizara un polémico vídeo en el que confesaban que en su santuario animal habían separado a los gallos de las gallinas para que "no las violen". Son 'antiespecistas', 'transfeministas' y aseguran que usar animales es una "actitud fascista".

Tras el primer vídeo se armó la polémica, y también se abrió el debate del veganismo. Fanny, la componente más activa en redes sociales y que ya ha aparecido en varios medios de comunicación, defiende que "las granjas son campos de concentración" y también ha cargado contra la pesca asegurando que "la caña de pescar es un arma de matar del capitalismo".

En esta ocasión, Fanny ha sido entrevistada en Espejo Público para aclarar la última información que corre como la pólvora por redes sociales: trabajó 11 años como despiezadora en un matadero. La activista lo ha reconocido, pero se justifica: "En esa época no era consiente porque este sistema normaliza el uso de animales y no me lo planteaba".

Fanny dice que precisamente cuando obtuvo información es cuando cambió: "Una vez que tienes la información en internet puedes cambiar, una vez que vemos lo que hay detrás de un super cuando compras cualquier trozo de animal que nunca pondrán la imagen de un matadero. Todos podemos evolucionar y cambiar y adoptar una vida ética".

El chip le cambió tras ver "un video un YouTube que se llama '101 razones para ser vegano'". Con él se dio "cuenta de todo lo que pasa alrededor de los animales que son explotados y utilizados como recursos". "Esta sociedad normaliza y nos educa en que los animales son recursos cuando no lo son. Tienen el mismo derecho que nosotres a vivir en este planeta", zanja.

La activista confiesa que no esperaba tener esta repercusión, y ataca a quienes las critican por sus vídeos: "En ningún caso hemos buscado que se haga nada viral, simplemente ha salido. Es cierto que ha habido una ola de críticas de tipo fascista, transfoba y sexista sobretodo, pero es un reflejo de la sociedad en la que vivimos que es muy discriminatoria".

Por otro lado, en el programa también ha intervenido Ignasi Pons, responsable de área técnica de la Federación de Empresas e Industrias Cárnicas. Pons ha atacado duramente las acciones de los activistas animalistas: "Cuando se entra en una granja, en un matadero, de esa manera los animales sufren un estrés, es un tema de bienestar animal".

"Todos los procedimientos que se llevan a cabo en las granjas en los mataderos están regulados bajo una normativa europea. Hay detrás un grupo importante e científicos que conocen el comportamiento de los animales y nos dicen cómo tenemos que proceder para que los animales no sufran en absoluto", defiende.

Pero Fanny se muestra en total desacuerdo, y llega a tachar de "campos de concentración" las granjas y los mataderos. "Que sea legal no justifica que sea ético. Están hacinados y da igual como los tengas porque después los asesinas. Los animales no son objetos ni recursos quieren vivir", defiende la activista.