De Quórum Social 77
El estremecedor relato de menores migrantes que también sufrieron malos tratos en un centro de Tenerife: "Me pegaron por sonreír"
Los detalles laSexta ha podido hablar con un grupo de chicos gambianos que tuvieron que lidiar con la violencia de algunos trabajadores de Quórum Social 77 en uno de sus centros en Canarias.

Resumen IA supervisado
La Justicia ha ordenado el cierre de un centro con 148 menores no acompañados en Arinaga, Gran Canaria, tras ampliar la investigación a la ONG Quórum Social 77 por presuntos malos tratos. laSexta ha hablado con jóvenes gambianos que estuvieron bajo la tutela de Quórum en Tenerife, quienes relataron violencia diaria, incluyendo agresiones físicas y maltrato psicológico. Testimonios describen una sala de castigo y la impunidad con la que se ejercía la violencia. El Gobierno canario reconoce denuncias contra el centro y afirma que la empresa tomó medidas, apartando a algunos trabajadores implicados.
* Resumen supervisado por periodistas.
La Justicia ha ordenado cerrar un centro con 148 menores no acompañados en Gran Canaria en Arinaga (Gran Canaria)después de que se ampliara la investigación que se está realizando a la ONG Quórum Social 77 por los presuntos malos tratos que ejerce a los jóvenes que se encuentran en sus centros asignados por el Gobierno de Canarias.
laSexta ha podido hablar con un grupo de chicos gambianos que también estuvieron bajo la tutela de Quórum, concretamente en un hotel reconvertido en el Puerto de la Cruz, en Tenerife. Y han relatado la violencia diaria que había en la instalación.
"Me pegaron un guantazo simplemente por sonreír, me preguntaron, ¿por qué sonríes?". "Me pegan, me abofetean... Uno de los jefes me ha agredido varias veces". "La Policía vino y había un educador con la pierna sobre la cabeza de un chico. Y no hizo nada". Estos son algunos de los testimonios de estos jóvenes recogidos hace unos meses.
En ellos, desvelan que había una habitación que se utilizaba como sala de castigo: "Se me cayó el plato de la cena, me encerraron en la oficina cuatro días sin ver el sol". "Allí solo puedes dormir, comer y sentarte. Y tienes muchos dolores de espalda porque pasas muchas horas sentado", relata otro. "Me encerraron siete días, sin móvil. Mi madre me intentaba llamar muy preocupada", explica un tercer chico.
Y, sobre todo, sentían la impunidad con la que la ejercían esa violencia: "Si te quejas, llaman a los educadores más mayores para que te peguen". "Si pedía ir al hospital para que me atendieran, me amenazaban con pegarme", comenta otro joven. "Un compañero no estaba a gusto en el centro. Un educador le dio un cuchillo y le dijo 'pues mátate'", añade otro.
A preguntas de laSexta, el Gobierno canario admite que se han generado denuncias contra este centro por su trato a los menores. Comentan que la propia empresa tomó medidas y que apartaron a algunos de los trabajadores señalados.