Hay cura, pero no hay dinero para pagarla. Los hepatólogos saben que en los nuevos fármacos está la esperanza de los pacientes. Aun así, continúan sin poder recetarlos.
110 euros según los expertos es lo que cuesta producir este tratamiento, pero se comercializa en torno a los 80.000. Este desorbitado aumento de precio se justifica según los laboratorios por la necesidad de amortizar la investigación y los ensayos clínicos.
Pero el precio de comercialización es diferente en cada país. De los 120.000 euros de EEUU a los 108.000 de Francia, en estados como Egipto la cifra baja a los 900. Mientras en España no llegan a un acuerdo.
La compañía farmacéutica y el Ministerio de Sanidad insisten en que no harán declaraciones hasta que terminen las negociaciones para fijar el precio del medicamento. Los pacientes no se cansan de recordar que ese tiempo juega en su contra.