Ya se ha convertido en una imagen frecuente en la playa. Quien se aburre es porque no tiene un móvil. De pequeños nos dijeron eso de que "aburrirse es de vagos", y desde entonces hemos cincelado en el cerebro que cualquier tiempo que no es productivo, no es. Quizá tú también tienes el síndrome del ocio.
Nos lo explica Fernando Botella, experto en liderazgo y motivación y CEO de 'Think&Action': es la angustia que se produce cuando alguien está de vacaciones y no es capaz de desconectar. Y en los casos más extremos puede llegar a provocar síntomas como diarreas, vómitos y estados de nerviosismo continuo; también, dificultad para dormir.
Pero sacarle partido al aburrimiento es fundamental. También tenemos que aprender que no hacer nada es hacer algo. Para combatir este síndrome, lo mejor es practicar la paz mental, poner en marcha cosas que no hacemos en nuestro día a día rutinario. Y dejarnos la tecnología en casa. Dejar un mensaje de "fuera de la oficina" en el correo, borrar las redes sociales durante esos días de descanso y nunca llevarnos el móvil del trabajo en el bolsillo a nuestros paseos, playa o piscina.
El síndrome postvacacional sí que nos suena a todos. Porque lo que está mal visto es decir que no lo tenemos. Para los que están en ello y hoy o mañana terminan ya sus vacaciones de verano hasta dentro de 11 meses, la recomendación del experto en liderazgo y motivación es utilizar toda la energía que nos hemos traído de las vacaciones en aceptar nuestra realidad cotidiana. Y vivirlo desde el agradecimiento: tenemos un trabajo y la oportunidad de volver a él.
Lo mismo nos dice un pragmático tendero de Motril: la suerte es tener vacaciones. Y para ansiedad, la de quien no se puede ir nunca.