El pasajero agredido por vigilantes de Renfe explica que tiene rasguños en las manos y que uno de los agentes le agarró del cuello llegándole a dejar un momento "sin aliento".

Todo sucedió cuando dos agentes de seguridad de Renfe entraban en el tren y le pedían su billete a Jesús, un hombre negro, que se niega a mostrárselo. Ante ello, uno de los vigilantes le responde "¿por las buenas o por las malas?", y es en ese momento cuando algunos viajeros intervienen recriminándoles que "no tienen derecho a tocar al chaval" y pidiendo que llamen al revisor.

"Oigo lo de '¿por las buenas o por las malas?', entonces ahí me doy la vuelta para ver qué pasa y en ese instante ya le estaban cogiendo del cuello. Interpreto esta reacción tan instantánea y tan violenta como racista. Me sentí y me fui triste, indignado y cabreadísimo", explica un testigo.

El joven pide la presencia de un revisor mientras los vigilantes le insultan diciendo que es "una puta mierda" y le echan en cara que esté "reteniendo un tren con 300 personas por puta cabezonería". "Fue un shock total, esas cosas las he visto por televisión pero nunca me había pasado algo parecido", cuenta la víctima, que paradójicamente también es vigilante de seguridad.

Vigilantes de Renfe agreden a un joven negro

Otra testigo cuenta que "el vagón estaba lleno de gente y fueron directos a por este chico. ¿Por qué le pedís el billete a este chico si está sentado y no está haciendo nada? El tufo racista e injusto de todo esto es muy fuerte".

El hombre saca finalmente su abono de transporte, pero los vigilantes no llevan el dispositivo para ver si es válido. "Para qué me pregunta por el billete si no puede comprobarlo", cuestiona el agredido, que asegura haber recibido hasta patadas: "Empezaron a venir muchos pisándome".

Es entonces cuando el joven accede a bajar y ahí le reducen entre las críticas de los viajeros. Youssef Ouled, de SOS Racismo Madrid pide que "se depuren responsabilidades por un incidente racista con agentes que no son revisores".

Desde Renfe aseguran que los agentes acuden tras una llamada del maquinista porque al parecer el joven estaba obstaculizando con su patinete la entrada y salida de viajeros.

Después de más de 10 minutos, el joven acaba llorando en un banco de la estación, detenido y llevado a comisaría. Asegura ahora que va a denunciar lo sucedido.