La primera siega de helecho se hace con desbrozadora. laSexta visita una finca en la que se realizan pruebas para controlar esta especie, una de las más extendidas en Cantabria. "Se convierte en la vegetación dominante allí donde entra", explica Clemente Rasines, presidente de la Asociación Bosques de Cantabria. Además, los helechos secos propagan el fuego con facilidad.
Por ello, eliminarlos contribuirá a prevenir incendios. "Si conseguimos controlar o eliminar las poblaciones de helecho cuando haya un incendio el fuego será más fácil de atajar o se propagará más despacio", detalla Rasines. Cuando los nuevos brotes de helecho alcanzan los 20 centímetros se hace la segunda siega. Pero esta vez, con tijera. Después se dejan secar, y en el laboratorio intentarán extraer un principio activo para aprovecharlo como insecticida.
El objetivo es, al final, "poder utilizar estos residuos vegetales y hacer un nuevo producto, que sería un insecticida biológico", según apunta Eva Díaz, vicepresidenta del Gobierno de Cantabria. De hecho, fincas infestadas de esta especie podrían ser rentables económicamente.
"El helecho es un recurso totalmente infrautilizado. Generalmente, si tenemos fincas con helechos ya pensamos que no sirven para nada, pero sí pueden funcionar como revulsivo para fomentar la economía local", argumenta Felipe Lavín, presidente de la Mancomunidad Municipios Sostenibles. Las siegas continuas harán que estos helechos acaben por perder su capacidad para brotar y sean eliminados definitivamente. Cuando termine este proyecto experimental, la finca será repoblada con árboles autóctonos