Saad Lamjarred es el cantante moderno más famoso de Marruecos. Su música y su sonrisa arrastran a millones de admiradores del mundo árabe, pero también arrastra una ristra de denuncias por violencia sexual.

La última, la cuarta, que se sepa, ha sido de este mismo fin de semana. Este domingo le detuvieron en el lujoso Saint Tropez.

En Francia, de hecho, ya ha pasado seis meses en la cárcel, después de que una joven le acusara de violarla tras una noche de fiesta en 2016. Explica que Saad está acostumbrado a no aceptar un no por respuesta. "Me golpeó una y otra vez. Yo no podía hacer nada porque era más fuerte que yo y me violó".

Hasta el mismísimo Mohamed VI le cedió a su abogado cuando se le acumularon los cargos: por ese asalto y otro más, en Casablanca, el año anterior. Entonces, su detención fue contestada por multitudinarias manifestaciones.

Pero su historial va más allá. Por la primera denuncia por violación, de hace ocho años, cuando todavía no era conocido, no puede pisar suelo estadounidense: fue en Nueva York, dejó plantado al juez y se fugó al quedar en libertad provisional.

Al otro lado del charco, a este artista le esperan, pero no las fans, sino hasta 25 años de cárcel.