El autor confeso de la muerte de Vanessa mantuvo contacto con sus amigos minutos después de que se hiciera pública la desaparición de la joven. Según publica el diario Levante, sobre las nueve y media de la noche del jueves decía a través de Whatsapp: "Espero que mañana esté en casa. No me ha entrado ni la cena. ¿Dónde coño estará?".
Un par de horas más tarde, en torno a las once y media, intentaba dejar constancia de que no sabía nada de ella. "Nos dijo que venía a fumar con nosotros, pero no vino y tampoco contestó luego. Quedaría con alguno por ahí. Dicen que la vieron en el mirador" escribió.
Rubén es, de momento, el único detenido por la muerte de Vanessa y la Guardia Civil sigue investigando cómo ocurrieron los hechos y si actuó solo o no. "En la casa de este chico fue donde presuntamente se produjo este crimen, y luego hubo un desplazamiento del cadáver a través del coche de un amigo suyo, pero tampoco sabemos si el amigo sabía para qué quería el coche", afirma el delegado del Gobierno en Valencia, Juan Carlos Moragues.
Se refiere al vehículo prestado con el que supuestamente trasladó el cuerpo hasta la sima donde fue encontrado. El presunto asesino tiene antecedentes policiales. El diario Levante ha hablado con su exnovia. "Estuve con él cinco años, pero los dos últimos me sentía a la fuerza. Me amenazaba", cuenta la joven.
Lo denunció por violencia machista y tenía una orden de alejamiento. Una vez acabada la relación, dice, seguía teniendo miedo de él. "Sentía que me perseguía. Desde que lo dejamos no he podido estar tranquila. Él tiene mucha fuerza y se pone muy violento. Me asustaba salir a la calle", relata.
El detenido pasará a disposición judicial. Mientras, Chella sigue intentando asumir el dolor por lo ocurrido.