Dos hombres irlandeses, Matt Murphy, de 83 años, y su cuidador Michael O'Sullivan, de 58 años, deciden buscar una original solución a su problema. Murphy sufre una enfermedad llamada arteritis de células gigantes, por eso decidió que O'Sullivan fuera el heredero de su casa.
Sin embargo, el cuidador tendría que pagar unos 50.000 euros de impuestos para poder ser el propietario legal de la vivienda, según informa el diario 'Irish Mirror'.
Su solución fue simple: se casaron pese a ser heterosexuales. Incluso han celebrado la curiosa unión con un banquete. "Quiero a Matt y él me quiere a mí, como amigos", dijo O'Sullivan.
Ambos se conocieron hace 30 años. O'Sullivan estuvo casado en otra ocasión y tuvo tres hijos. Por su parte, Murphy estaba soltero.
Como Murphy no podía permitirse pagar a O'Sullivan como cuidador. "Matt dijo que la única forma en que podía pagarme era dejarme la casa. Dijo que me daría la casa, así que tengo un lugar donde vivir cuando él vaya".
Asimismo, O'Sullivan rindió homenaje a la comunidad LGBTI de Irlanda durante la ceremonia: "Fueron discriminadas durante la mayor parte de sus vidas, obtuvieron igualdad para ellos mismos pero también para todos los demás".
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