El Tribunal Supremo ha confirmado una sentencia del pasado mes de junio por la que se condenó a un hombre a una pena de dos años y medio de cárcel por extorsionar y amenazar a un joven con revelar su identidad sexual. La víctima se acabó suicidando en 2019, en A Coruña.

Los hechos ya habían sido declarados probados por la Justicia gallega en otra sentencia del 30 de junio, a la que ha tenido acceso laSexta. Según se puede leer en el documento, ambos individuos se conocieron a finales de 2019 en una aplicación de citas común entre homosexuales. Ahí, indica la sentencia, empezó el chantaje: el condenado amenazaba con desvelar a la familia y amigos de la víctima su orientación sexual si no le mandaba dinero.

"Tú quieres que me olvide de ti y no le diga a nadie que eres gay?...A mí nadie me vacila. Pues ahora ya veremos. Me voy a chivar a toda Coruña", rezaban algunos de los mensajes del condenado, que le preguntaba al joven "qué estaría dispuesto a dar" para ganarse su silencio.

Entre los hechos probados, la sentencia confirma que el condenado, "en un momento dado no concretado", exigió a la víctima un primer pago de 100 euros. Pago que se efectuó el 7 de octubre de 2019. Sin embargo, las amenazas no cesaron ahí: en mensajes posteriores, exigió más dinero a la víctima: "Antes de que mande tus capturas...Pues tiembla", escribía.

La víctima se quitó la vida "presa de la desesperación"

Conrado, nombre del joven que fue chantajeado aquel octubre de 2019, se quitó la vida ese mismo mes, el día 8. Según la sentencia, la víctima "presa de la desesperación y angustia en la que se hallaba sumida, se precipitó al vacío desde la ventana". Antes, dejó una carta: "Antes muerto que dominado por quien sea".

La sentencia aclara que la orientación sexual es algo íntimo con lo que no se pueden ejercer amenazas. "Si no es por voluntad clara de la persona, no tiene que hacerse público", explica a laSexta Francisco José Torrijos, abogado de la defensa. El tío de la víctima, que era huérfana, ahora tendrá que ser indemnizado con 9.000 euros, mientras el condenado a la espera de confirmar su ingreso en prisión.