Claudia María de los Ríos ya sabe, a sus diez años, lo que es participar en un programa nutricional. Tras dos años de trabajo con nutricionistas ha descubierto los motivos por los que padecía obesidad infantil.

"Antes me metía a la cama muy pronto, pero me dormía muy tarde, y ahora me acuesto pronto y me duermo pronto", ha explicado la pequeña que con ocho años pasaba muchas horas pegada a una pantalla y sin hacer ejercicio.

Por eso, los nutricionistas optaron por trabajar con ella la dieta de las pantallas. "Empezamos a quitarle la tablet, películas por las tardes, móvil, todo...", ha explicado su madre, Rosa Sanz.

El objetivo era controlar la melatonina, la hormona del sueño que aparece cuando la luz del sol se va. Pero si se va el sol pero ante nuestros ojos sale la luz azul de las pantallas los receptores de nuestros ojos no mandan la señal al cerebro para empezar a producir la hormona del sueño.

"Al no descanar por las mañanas no rendía igual, tenía mal humor, nervios, comer...", ha explicado su madre. Una situación que se repite en muchas casas españolas: televisión durante la cena, el móvil antes de dormir o la tablet, en la que muchos niños hacen sus deberes escolares.

Por eso, los nutricionistas advierten: si elimináramos una hora previa esa pantalla antes de irse a dormir, mejorarían los niveles de melatonina y los ritmos circadianos que hacen que el cuerpo regenere todo lo que ha roto durante el día.

¿Pero cómo explicarle los ritmos circadianos a una niña? Claudia asegura que su nutricionista le dijo que "por la noche cuando se fuera la luz no viera ni la televisión ni nada porque los obreros de la mañana tienen que irse para que los de la noche puedan trabajar". "Si estoy con pantallas, hay luz y no pueden irse para que vengan los de la noche y no puedo dormir", ha explicado.

Ahora, de día y de noche, los 'obreros' de Claudia tienen una jornada laboral envidiable. Y apoyada en una nutrición equilibrada, ha perdido tres kilos a pesar de que ha crecido cinco centímetros. Pero, sobre todo, ahora Claudia ha recuperado la tranquilidad, la felicidad y la autoestima.