Brian sufrió agresiones físicas e insultos en el colegio durante más de 12 años. Según cuenta, 'llegaron a tirarle por la escalera, clavarle un bolígrafo en la mano, a pegarle en un baño. Un caso muy parecido fue el de Julia, de 17 años, que comenzó a sufrir bullying desde cuarto de primaria hasta sexto. Y el acoso fue tal que los agresores incluso le clavaron una llave en la nuca. Sus padres en ese momento decidieron mudarse de Madrid a Málaga por miedo.

Los casos de Brian y Julia son solo dos de los miles que hay por toda España. Un reflejo que deja datos demoledores: dos alumnos por clase sufren acoso escolar, es decir, un 6,2%.

Es una de las conclusiones a las que ha llegado el estudio de la Fundación Colacao y la Universidad Complutense de Madrid. En esta investigación, una de las más completas del país hasta la fecha, han participado casi 21.000 estudiantes de las 17 comunidades autónomas y de 325 centros educativos entre los niveles de 4º de primaria hasta 4º de secundaria.

Una de cada tres víctimas reconocen no contárselo a nadie por miedo o para no preocupar a sus familiares. Y el 19,2% reconoce haber sufrido situaciones de maltrato como burlas o motes que pueden derivar en acoso escolar.

Además, según María José Díaz-Aguado, directora de la Investigación y de la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense, se reconocen acosadores un 2,1%, es decir, hay un acosador por cada dos clases y normalmente el porcentaje de chicos que se reconoce como tal es bastante más elevado que el de las chicas. Un 2,6% frente al 1,4%. Esto según María José es ''porque se identifican con la violencia y con el dominio que el sexismo atribuye a los valores masculinos''.

Pero el acoso no termina en el colegio. Más del 45% de las víctimas de bullying reconocen haberlo sufrido también en las redes. ''Por Facebook me insultaban, me amenazaban me denunciaban la cuenta. El único hobby que yo tenía para desconectar intentaban tirarlo por los suelos'', cuenta Brian.

Muchas veces este acoso acaba en intentos de suicidio. Julia lo intentó varías veces, una de esas veces su hermano logró salvarla: "Yo no quería vivir. No podía estar más", cuenta. Brian tuvo depresión y también intentó suicidarse: "Lo intenté en dos ocasiones y llegue a un punto en el que pensaba que el problema era yo".

Tanto las víctimas y los acosadores tienen un mayor riesgo de conductas autolesivas que aquellos no involucrados. En torno al 20% de las víctimas de acoso escolar han pensado en quitarse la vida en algún momento. Esto aumenta en el caso del ciberacoso, llegando al 21,1%.

La solución para está problemática cada vez más común en las escuelas pasa lo primero por la denuncia de las víctimas, el refuerzo de la figura del profesor y hacer y aplicar protocolos específicos contra el bullying en los colegios.