Parece una temeridad pero, es la solución cuando el fuego se va de las manos. En Estados Unidos lo hacen con unos helicópteros para prevenir. Son helicópteros antorcha. Se tira sobre incendios prescritos para eliminar un combustible que de no retirarse podría ser pasto de un gran incendio descontrolado. Este fuego técnico se está utilizando también en los incendios de España. Pero sin los aviones, pues aquí no está permitido llevar combustible en cabina. Son los propios bomberos lo que queman las zonas para frenar el avance de las llamas.
También están los hidroaviones, que lanzan agua cuando hay un incendio real y hay que atacarlo de manera directa. Pero el agua tiene un problema: en cuanto se evapora, el suelo vuelve a ser vulnerable a las llamas. Por eso, ante un gran incendio, la manera más segura de enfrentarse a él es darle de su propia medicina. Como hacen nuestros bomberos y agentes forestales, quienes perimetran el incendio con fuego técnico. Crean contrafuegos que avanzan hacia el grande. Queman el combustible de su trayectoria, y así, una vez que los dos se encuentran se extingue el propio incendio, pues llega a una zona quemada y ya no puede progresar, explica José Francisco Merchán, agente medioambiental del servicio territorial de Zamora.
A pesar de ello, es una técnica polémica entre los vecinos. Discutida estos días por los de Quereño. "Piensan que nosotros damos fuego al monte para que arda el monte, y no. Intentamos salvar esas zonas de monte que no podemos apagar", confiesa Merchán. También se usan quemas de ensanche. Es decir, quemas de vegetación para que al llegar el fuego no encuentre alimento y se muera de hambre.