Los negocios pequeños están desapareciendo, pero la vivienda mantiene su valor. Por eso, se está disparando la transformación de este tipo de locales. "En los últimos años se están transformando muchos locales. El dato nos dice que es más en las zonas fuera del centro", ha explicado Ana Monteagudo, miembro de NAN Arquitectos.

Pero para convertir un local comercial en vivienda es necesario cumplir con una normativa municipal estricta. "Entre los requisitos administrativos, lo primero que hay que hacer para transformar es una obra, y para ello, lo que vamos a necesitar es una licencia que el ayuntamiento coteje y que realmente cumplimos", ha detallado Jesús Ramírez, abogado de la asesoría jurídica 'Reclamador.es'.

Este estudio de arquitectura está especializado en reformas de locales. Llevan a rajatabla las normas: por ejemplo, que el local tenga como mínimo dos metros y medio de altura, una superficie mínima de 25 metros cuadrados o salida de humos.

"Nos ha pasado en muchas ocasiones que ves un local que parece casi perfecto y tiene un peldaño de bajada, solo un peldaño. Pero eso no se permite, así que habría que rellenar el solado y, después de eso, ver que cumpla la altura mínima, que es dos metros y medio", puntualiza Monteagudo. Y que conste este cambio de uso en el Registro de la Propiedad y el Catastro. Las multas por no acatar la ley oscilan entre los 60 euros y los 60.000.

"Los primeros que van a denunciar son los propios vecinos. Es decir, aquellas personas que también habitan en esa comunidad de vecinos, que se van a dar cuenta que se está utilizando un local comercial para fines de vivienda cuando realmente no debe ser así. Por lo tanto, son estos los que generalmente van a denunciarlo al ayuntamiento", argumenta Ramírez. En las afueras de las ciudades, el precio del metro cuadrado es más barato, y la rentabilidad de convertirlo en vivienda puede aumentar un 40%.