Apagan con sus propias manos el fuego que les acorrala. La tensión en Pereiro de Aguiar aumenta entre bomberos y vecinos. Las llamas llegan a 20 metros de sus casas, denuncian que los medios son insuficientes. En cuestión de minutos, el cielo se tiñe de amarillo y el humo se les echa encima.
Los equipos de extinción luchan incansables. Llegan a formar una cadena con Policía y vecinos para frenar el avance del fuego. Mientras, en Viana do Bolo, las llamas han calcinado ya más de 200 hectáreas de paraje ecológico.
El último incendio en sumarse esta madrugada a la tragedia en Galicia es Vimianzo. Son fuegos descontrolados que comienzan de forma simultánea provocados para sembrar el caos. La Policía busca a los culpables, en tan sólo tres días 100 incendios han arrasado Galicia.