Un hombre de la ciudad texana de San Marcos fue condenado a más de 1.000 años de cárcel después de ser declarado culpable de abusar de manera continua de dos niñas menores de diez años.

Un jurado del condado de Hays sentenció a Robert Franks, de 48 años, a dos cadenas perpetuas por cada uno de los dos cargos de abuso sexual continuo de un menor; 99 años por cada uno de los nueve cargos de agresión sexual agravada contra un menor y 20 años por cada uno de los seis cargos de indecencia con un niño.

Franks fue detenido en junio de 2016 cuando una de las víctimas, una niña de 9 años, le dijo a su padre que el hombre le había estado haciendo "cosas repugnantes" a ella y a otra niña de 10.

La otra menor inicialmente negó haber sido abusada, pero luego declaró a las autoridades que ese individuo la había agredido durante años.

Según los documentos judiciales, los abusos ocurrían de forma sistemática entre tres y cuatro veces a la semana durante al menos un lustro, desde que las niñas tenían entre 4 y 5 años.