El cadáver de la niña de cuatro años apareció en marzo de 2017, en Bordo de Xochiaca, México. Como no figuraba su acta de nacimiento, los medios la llamaron "calcetitas rojas", ya que cuando encontraron su cuerpo, envuelto en una manta en un basurero, vestía una camiseta verde y unos calcetines rojos.

Gracias al trabajo de Frida Guerrera, activista contra feminicidios y periodista, se pudo identificar a la pequeña y localizar a los padres.

Según recoge la BBC, la niña había despertado con su llanto a su madre y su padrastro. Se había hecho pis en la cama y esto enfadó a los dos acusados, que le propinaron una paliza mortal. La madre le pegó y el padrastro la violó y siguió golpeándola hasta que murió.

El caso conmocionó entonces a México pero no ha sido hasta ahora, dos años y seis meses después de su asesinato, que se ha conocido la sentencia. La madre de la pequeña y su pareja tendrán que cumplir 88 años de cárcel por un delito de feminicidio.

Además, la niña será registrada como Guadalupe Medina Pichardo en el registro civil.