Los ayuntamientos ofrecen atractivos para atraer a familias con niños para luchar contra el cierre de escuelas rurales. Castilla-La Mancha es la comunidad en la que más escuelas rurales se han cerrado, sesenta en el último año, seguida de Galicia con 44 cerrojazos. La oposición quiere que en los próximos presupuestos del gobierno de Cospedal se rebaje la ratio de niños de once a cuatro.

Los vecinos de Chumillas luchan por encontrar una familia para impedir el cierre de la única escuela que queda. "Tenemos que llegar a la cifra de once niños para que no nos cierren la escuela. En estos momentos necesitamos una familia con tres o cuatro niños", ha asegurado Pedro de Verona Macario, alcalde del pueblo. Unicamente hay siete alumnos en el colegio de Chumillas, y desde hace una semana lo único que piden es que vengan más niños para que el colegio no cierre.

A cambio, el ayuntamiento ofrece una casa de alquiler por 43 euros al mes y un trabajo de media jornada como alguacil de la localidad. Los habitantes ofrecen casa, trabajo y hospitalidad para que no se cierre la escuela que en los últimos años ha revitalizado esta localidad de Cuenca de tan sólo 81 habitantes. "Si quitáramos la escuela quedarían 20 personas de más de 80 años. Sin escuela no hay pueblo", ha sentenciado el alcalde.

Muchos de los padres tendrían que mudarse para poder llevar a sus hijos al colegio. "No pueden ir en transporte porque es un gasto económico y además en invierno es bastante complicado porque vivimos en serranía y hay nieve y heladas siempre", ha declarado una de las madres afectadas.

Los vecinos denuncian el abandono de la Administración y aseguran que el cierre de sus escuelas es el golpe de gracia para muchos de estos pequeños pueblos. Por ello, los vecinos ponen todo su empeño para que Chumillas no desaparezca del mapa.