El caos ha llegado a los centros de salud. Esos a los que le han quitado personal para cubrir los nuevos Puntos de Atención Continuada (PAC). Y los perjudicados son ellos: los pacientes y los sanitarios.

Claudia ha necesitado esta tarde un médico porque, explica, "me han hecho una herida en la cabeza", pero en el centro de salud al que ha ido, no hay. Han abierto como un punto de atención continuada, pero se han quedado con un enfermero y celador.

Juanjo y Lidubina han acudido este sábado al centro de salud de San Agustín de Guadalix. Pero no han podido ser atendidos porque no había ningún médico. "No nos atienden porque no hay ningún médico de guardia", relata a las cámaras de laSexta Juanjo, quien necesitaba una receta para conseguir sus pastillas para los mareos. Desde el centro le han recomendado que acuda a un hospital, en caso de darle uno de sus fuertes mareos.

A Lidubina, operada del corazón y del pulmón, más de lo mismo. "Tienen que estar pendientes de mí los médicos de mi pueblo y ahora me encuentro sin médico", se lamenta. Así, en caso de urgencia, solo les queda coger el coche e ir a un hospital. ¿Pero y quien no lo tenga? "Pues nosotros por suerte tenemos coche, pero aquel que no tenga coche directamente no tiene servicio de urgencias", manifiesta otro de los vecinos.

La situación va camino, dicen, de ser tan complicada como al de ayer. 13 centros no pudieron abrir y en 28 faltaba personal. Por todo ello, el personal del centro se ha concentrado este sábado en la puerta del ambulatorio contra el plan de reestructuración del Gobierno regional. "Un servicio de estos es vital para la gente del pueblo", denuncia uno de los asistentes.

Rebeca y Margarita, dos enfermeras de este ambulatorio, señalan que han pasado de cuatro médicos a dos. "Por eso, algunos días se encuentran con que no hay", explican. Aseguran que nada tiene que ver con el boicot del que les han acusado desde el gobierno de la comunidad. "No es un boicot, ni de baja: uno dimitió mucho antes de esto y el otro se lo ha llevado a Barajas", argumentan.

Acto seguido, cuentan que, el otro día, no fue nadie a hacerles el relevo. "Un vecino llegó con una urgencia vital, si no llegamos a estar no sabemos cómo hubiese terminado ese señor", confiesan. Y no es el único centro que lo está sufriendo. "En Buitrago, el día 30 hubo un shock anafiláctico en una niña y lo tuvo que atender una enfermera sola y activar la UVI", recuerda otra de las asistentes a la manifestación.

"Si la asistencia es inadecuada no es por la huelga es porque la administración ha intentado un imposible: abrir 78 centros con el personal de 41", explica Ángela Hernández Puente, secretaria General del Sindicato AMYTS.

Desde los sindicatos denuncian que se la impuesto unos servicios mínimos del 100% y piden a la administración que se siente a negociar: niegan el boicot del que habla el Gobierno de Ayuso.