No era suficiente con los tomates, ahora en Buñol también se lo montan con el barro. Y no es un barro cualquiera, viene en polvo desde Boryeong, Corea del Sur. Los organizadores de esta multitudinaria fiesta surcoreana dicen que este lodo, además de desestresar, embellece.

Gang-Hoan Jeong, fundador del 'MUD Festival', comenta que el barro "es antriestrés y muy bueno para la piel, sobre todo para las mujeres”. Y a falta de dos días para la guerra de tomates, bueno es el barro surcoreano.

Las dos ciudades se han hermanado culturalmente y los buñolenses parece que lo han hecho toda la vida. Almas gemelas, al menos a la hora de desmadrarse. Rafael Pérez, teniente alcalde de Buñol, habla de la idea de traer esta fiesta a su localidad: "Es la fiesta más importante de Asia y ellos consideran que la fiesta más importante de Europa es la tomatina. La idea sería juntar la fiesta más importante de Asia con la más importante del mundo", asegura.

Los tomates voladores ya han llegado a Chile e incluso a Bollywood y hace un mes, también pudimos ver la primera tomatina surcoreana. Ahora nos toca a nosotros revolcarnos en el barro. Un intercambio cultural que puede atraer mucho dinero, porque si en la tomatina participan decenas de miles de personas, allá son millones los que se enfangan cada año.