"Voy a ir a por ti, puta bollera de mierda", fueron los gritos homófobos que escucharon Conchi y Gemma justo antes de recibir la tremenda paliza. El pasado sábado 20 de mayo fueron a pasar el día al Parque Warner de Madrid con sus dos hijos. Pero lo que pretendía ser una excursión para divertirse, acabó convirtiéndose en su peor pesadilla.
Cuando se encontraban en la zona de las taquillas, aparecieron dos mujeres: "Una se metió por delante y pegó una patada a los refrescos que habíamos dejado en el suelo", relata Conchi. Mientras la otra, continúa, "cerró nuestra taquilla con mala actitud". Tanto Conchi como Gemma optaron por no entrar al trapo, aseguran, y se llevaron a sus hijos a comer a un banco tranquilamente.
De repente, cuentan, aparecieron unas quince personas más. "Se quedaron mirando para nosotros y diciéndonos cosas: '¿Qué miras?, ¿qué miras?' y empezaron a gritarnos. Mi pareja dijo: 'no miramos nada' y dice '¡bolleras de mierda!'. Entonces me levanté nerviosa, me encendí un cigarro y cuando me fui a dar la vuelta, me cogieron por la espalda, me tiraron al suelo y me patearon por todos lados".
Todo ocurría delante de sus dos niños de cinco y seis años. "Mi hija lloraba y gritaba, mi hijo estaba en shock", recuerda Conchi todavía afectada.
Mientras tanto, nadie más intentaba parar la agresión, aseguran. Hoy hemos podido visitar a la pareja y nos enseñan las secuelas que aún les quedan después de cuatro días. "Tengo dos costillas fastidiadas, el tórax, un traumatismo craneoencefálico leve, la columna, la parte de arriba del cuello, la cintura. Me rompieron la ropa, me rompieron unos zapatos, me robaron una pulsera de oro. Las gafas me las rompieron. A mi pareja también le rompieron cuatro costillas, le reventaron el oído, el dedo se lo dejaron morado", relata Conchi. Nos cuenta que tuvieron que estar en el hospital hasta las dos de la madrugada debido a las graves lesiones.
Una vez lograron ponerse en pie llamaron a la seguridad del Parque Warner. "La seguridad me decía que no podían retenerlos dentro del parque, y luego fuera", denuncian. Las afectadas aseguran que la actuación fue pasiva y que cuando llegó la Guardia Civil, "identificaron solo a dos mujeres y luego les dejaron a todos marcharse en un autobús", relata Conchi.
Según la versión del parque, condenan esta violencia y aseguran que actuaron de forma inmediata al enterarse de los hechos. En un comunicado a laSexta Noticias afirman que retuvieron a las personas implicadas, incluso, añaden, prohibieron al conductor del autobús arrancar hasta que llegara la Guardia Civil.
Ahora Conchi y Gemma, ya con una denuncia interpuesta, están a la espera de conseguir la grabación de las cámaras de seguridad del Parque Warner y poder demostrar lo ocurrido. "Una tiene que poder salir a la calle libremente y no tener que soportar estos malos tratos", reclama una de las afectadas recordando que estamos en el siglo XXI y la homofobia es lo que menos debería haber hoy en día.