Elevar la edad de jubilación es que lo que vuelve a proponer el Banco de España para afrontar el problema de ingresos y gastos de la Seguridad Social ante el auge de la esperanza de vida.

Algo que, al preguntar a los trabajadores, no es algo tan sencillo. Por ejemplo, Jesús es el encargado de una empresa de construcción, y no se ve trabajando más allá de los 65 años porque, dice, su físico "no aguanta".

La labor de Ángeles, administrativa, requiere menos esfuerzo físico, pero aun así tampoco se ve trabajando más allá de los 67, la edad de jubilación en 2027.

Óscar Arce, director general de economía del Banco de España, ha apuntado que "trabajar algo más cuando se está viviendo bastante más no es descartable".

Si ahora nos jubilamos con 65 años y 8 meses y la esperanza de vida de España se alarga hasta los 83,3 años disfrutamos de una pensión 18 años: 12 años cubiertos por nuestras cotizaciones y seis solidariamente por el resto.

Como complemento a las pensiones, el Banco de España pide a los bancos que apuesten por las hipotecas inversas: préstamos que da el banco al pensionista sin perder la propiedad. Al fallecer, los herederos deberán decidir si saldan la deuda vendiendo la vivienda.

Pero no es un producto muy bien acogido por los jubilados, que prefieren pensar en sus hijos y tienen alguna desconfianza en los bancos. Razones que les hacen rechazar las hipotecas inversas.