Samuel Morán es el asturiano que ya se ha convertido en 'justiciero' tras haber conseguido que la DGT retire un radar que estaba "mal colocado" a la salida del túnel Ángel Uriel (Oviedo), en la autovía A-66 (Gijón-Sevilla) en el punto kilométrico 30.253, conocido como túnel de la Bolgachina.

Él ha explicado en una entrevista en 'Espejo Público' cómo ha conseguido que se vayan a devolver 15.844 multas: "Por el ángulo que tenía el radar, la sensación que teníamos era que te cogía pasada la señal de fin de prohibiciones, con lo cual ese límite en el que te ponía la sanción de 90km/h no era tal, ya estabas en el límite de los 120km/h de la vía".

Samuel asegura que todo empezó en 2017 cuando recibió la primera sanción, entonces consiguió que se la revocaran "tras un año y pico de idas y venidas con la DGT": "Me dieron la razón, efectivamente el vehículo estaba situado pasada la señal de fin de prohibiciones".

Todo quedó ahí hasta que el pasado año recibió "dos sanciones muy seguidas": "Con el hartazgo que tenía del 2017, aparte de recurrir, lo puse en conocimiento de los medios y parece ser que hubo muchos usuarios que fueron sancionados en ese punto y en las mismas condiciones de irregularidad que estaba yo".

"Era la bestia negra de las carreteras asturianas"

Finalmente la DGT tuvo que rectificar y este martes retiraba la cabina fija donde se ubicaba y la señal que indicaba la existencia del radar. "Hoy pasé por allí y ya no estaba el radar", aseguraba Morán con mucha alegría.

Lucas, el periodista que destapó el caso, asegura que ese dispositivo era "la bestia negra de las carreteras asturianas", tanto es así, que desde 2014 la DGT dejó de facilitar datos de las multas "porque entre 2008 y 2014 acumulaba más de 45.000". De hecho, la ubicación donde estaba situado es "el segundo tramo más transitado de Asturias".