Juanita lo ha vuelto a conseguir, ella y su familia dormirán al menos los próximos días en su casa. Dentro, postrados en la cama están su marido y su hija. Él apenas ve y no habla. Ella está enferma de los pulmones y la espalda, sin embargo, explica para laSexta Noticias que no piensa irse: "No voy a dejar que me saquen a la fuerza".
Los médicos se han negado a sacarles y, finalmente, el desahucio ha sido aplazado hasta una nueva orden judicial. Entre gritos e insultos han abandonado la vivienda el secretario judicial y la vivienda.
Sin embargo, las horas previas han sido angustiosas. Todo, según aseguran, por una deuda de 19.000 pesetas de 1960. Los dos testigos del pago de esa deuda están muertos y, ahora, los hijos del prestamista le reclaman la casa.
Arístides Rodríguez, portavoz de la plataforma 'Telde Responde', afirma que "no hay papel firmado, el testigo muere, la familia reclama la propiedad y no quiere saber nada del dinero". Según la familia del prestamista, esa casa es suya. Aseguran que se la vendieron en su momento y les dejaron quedarse a vivir en régimen de alquiler.
Juanita declara que si no fuera suya "no lucharía por ella" pero que como le pertenece, no piensa "tirar la toalla". Por eso, Juanita seguirá luchando por lo que considera suyo.
VIEJA DEUDA QUE, SEGÚN DICEN, ESTÁ SALDADA