El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha reconocido que ser presidente es "díficil", por eso, no critica a Rajoy. Parece respaldarle en público más que José María Aznar.
Considera que el paro es lo que "más ha golpeado" al país
Durante la clausura del encuentro 'Crisis institucional española: ¿amenaza u oportunidad?' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, el expresidente además ha apoyado una reforma de la Carta Magna, pero ha recordado al mismo tiempo que no hay que pensar que las "soluciones" que pudiese aportar "pudieran ser milagrosas".
En cualquier caso, Zapatero ha enfatizado que una reforma de la Constitución exigiría un consenso de los dos grandes partidos y, en este sentido, ha considerado "difícil" que PP y PSOE lleguen a un acuerdo en este sentido. "Reforma sí, pero el consenso es difícil", ha dicho.
Califica de "no creíble" el debate independentista
"La reforma de la Constitución exige una mayoría muy amplia, es decir, que el consenso de los dos grandes es necesario, y no es fácil", ha opinado Rodríguez Zapatero, que ha subrayado que en cualquier caso esta no es "la gran urgencia" de España.
En este sentido, Rodríguez Zapatero ha opinado que la "gran urgencia" es la tasa de paro del país, que es lo que "más ha golpeado" y lo "más dramático" en estos momentos. Por ello, ha manifestado que en la actualidad el "gran debate es éste".
Así, ha afirmado que, hasta el momento, "no ha habido una receta suficiente, una política clara y nítida" que haya impedido que la tasa de paro de España "se eleve" por encima del 20 por ciento "cada vez que hay una crisis".
Preguntado por el fin del bipartidismo, Zapatero ha indicado que "no está en la Constitución ni es una imposición de Merkel, sino que es el fruto de las urnas". En este sentido, ha considerado que el PSOE tiene que recuperar "la confianza" de los ciudadanos.
Por otro lado, el expresidente ha considerado "no creíble" el debate independentista del Gobierno catalán de CiU y cree que, a pesar de las "dificultades", no llegará a "una situación extrema".
Rodríguez Zapatero también ha hablado de las protestas que se repiten diariamente en las ciudades españolas, sobre lo que ha considerado que "no debemos de ver en ello un riesgo ni que las instituciones sufran por eso" ya que, a su juicio, las reivindicaciones de los ciudadanos "se mimifican" en los programas electorales de los partidos políticos.
Además, ha opinado, desde su experiencia como presidente, que estas movilizaciones, son "un estímulo" para quienes gobiernan, así como una "obligación", porque a las reclamaciones de los ciudadanos es "donde se tiene que dar solución a los grandes temas" y ha recordado el movimiento de los colectivos homosexuales para conseguir el matrimonio y con ello el "avance en las libertades".