La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere aprobar la reducción de la jornada laboral a 38,5 horas este 2024 y hasta las 37,5 horas semanales a partir de 2025, pero manteniendo el mismo salario. La ministra quiere dejarlo zanjado antes del verano, pero los empresarios no se lo están poniendo fácil. Algo que ha llevado a Díaz que lo hará con o sin ellos y les ha dado un plazo hasta el próximo 8 de julio, cuando presentará una nueva propuesta.

Lo que sí apoyan la medida son los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras y UGT. De hecho, han intentado llamar a la calma tras un fuerte choque entre Trabajo y los empresarios, el más grave hasta ahora con amenazas incluso de un paro patronal.

Sin embargo, hasta ahora la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), presidida por Antonio Garamendi, no ha presentado ninguna propuesta alternativa pese a llevar meses reuniéndose los agentes de la mesa de diálogo. Así se lo ha reprochado Yolanda Díaz, mientras él acusa a Trabajo de tener un "monólogo social". Lo cierto es que la patronal se opone frontalmente a la propuesta y Díaz no quiere alargar el proceso.

Pero el tono de ambos esta semana ha alejado un posible acuerdo en la nueva reunión del lunes de julio, a la que no se sabe si acudirá o no la patronal. Por un lado, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha asegurado que la CEOE no ha presentado "ninguna otra propuesta ni otra solución más flexible o adaptada", tildando este comportamiento de una "burla a la democracia". "La postura de la patronal ha dejado mucho que desear... Ha sido "decepcionante", ha sostenido.

Estas declaraciones, junto a las de Yolanda Díaz en las que califica de "extrema derecha" a la CEOE, han provocado un revuelo en la patronal. Ellos, por su parte, han tildado de "arbitraria, electoralista, unilateral o intransigente" la propuesta de Díaz. Tras la polémica, la ministra ha alargado el plazo para una nueva propuesta, pero no ha querido adelantar el contenido por "respeto" a la mesa de negociación, pero ha dejado claro que el Gobierno no acometerá una reducción de jornada "fake".

Estos son los puntos de fricción

¿Pero dónde están los puntos de fricción para no llegar a un acuerdo? Coste para las empresas, cierre de pequeños y medianos negocios y la productividad. Estos son algunos de los argumentos que han esbozado los empresarios para no apoyar la propuesta de reducir la jornada laboral. La patronal, desde ATA, Cepyme y CEOE, rechaza frontalmente lo que pide Trabajo. Para Garamendi, por un lado, la reducción de la jornada supondría "un coste inasumible para las empresas". Algo, señala, que podría traducirse en un aumento del 6% en los costes laborales derivados de cada empleado.

Mientras, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha mantenido que la reducción de la jornada "no es buena para la pequeña empresa". Pero él sí propuso hacerla "sector por sector". Amor, además, es otro de los que han cargado contra la ministra directamente, opinando que es una "experta en reventar" acuerdos del diálogo social.

El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, especialmente duro con Díaz y amenazando con un paro patronal, ha avisado al Gobierno que la pequeña y mediana empresa (pyme) española "no está en disposición" de realizar una reducción de la jornada laboral de manera generalizada. Él ha asegurado que la pyme española "no puede aguantar" una bajada del tiempo de trabajo de "forma generalizada, sin sentido alguno, sin saber ni cómo están los sectores ni los territorios ni la empresa".

Preguntado por si Cepyme y CEOE enviarán una propuesta sobre la reducción de la jornada el próximo lunes, tal y como se ha exigido, Cuerva ha criticado la postura del Gobierno al mandar "después de cinco meses" un papel sobre la reducción de la jornada laboral e imponer ultimátum para que la patronal entregue una propuesta.

La productividad, "amenazada"

Por ello, ha acusado al Gobierno de "imponer" la reducción de la jornada laboral y ha afirmado que muchos miembros del Gobierno de España están "lejos" de entender la palabra productividad y que el desarrollo de ciertas medidas están siendo "devoradoras" de la misma.

"La productividad se ve amenazada por no estar en la agenda (política)", ha afirmado Cuerva, a la vez que ha defendido el diálogo social como "antídoto" a posiciones "cortoplacistas y populistas", que "nada tienen que ver" con la mejora de la productividad. Ha recalcado que en España la productividad lleva cinco trimestres de caídas y se sitúa, en la actualidad, un 2% por debajo de 2015, un 9,7% menor que en 2011 y un 15% más baja que en 2010.

De igual manera, ha recordado que hay sectores en los que la jornada laboral se encuentra por debajo de las 34 horas, pero hay otros en los que no se puede permitir. "¿Tiene que venir el Gobierno a imponer una jornada laboral en donde no se puede permitir?", ha recalcado. Y ha insistido en que la pyme española no está en capacidad de poder reducir la jornada de forma generalizada sin tener en cuenta cuál es la situación real.

El coste para empresas

Cepyme calcula que reducir la jornada laboral a 37 horas y media semanales costará a las pequeñas y medianas empresas unos 42.400 millones de euros. Para la patronal, las pymes serán las más afectadas por esta medida debido a su menor productividad, rentabilidad y sus inferiores recursos organizativos, así como a la menor presencia del convenio de empresa.

Son algunas de las principales conclusiones que se desprenden del informe 'Impacto de la reducción de la jornada laboral en la pyme', elaborado por el servicio de Estudios de Cepyme. "En general, el impacto para las pequeñas empresas será más difícil de procesar tanto por su menor capacidad para disponer de nuevos trabajadores, especialmente con la actual problemática de vacantes que sufre el mercado laboral español. Asimismo, la cobertura de la reducción de jornada se agravará todavía más en el caso de las microempresas de uno o dos empleados", recalcan.

"Cierre de empresas"

Además, en dicho informe, aseguran que esta medida "puede derivar en el cierre de pequeñas empresas que se encuentran en una situación ya vulnerable". Es un argumento que llevan repitiendo durante todos estos meses los agentes de la patronal, dando a entender que será una 'catástrofe' a nivel económico.

Garamendi no da tregua a Trabajo

Este mismo miércoles ha vuelto a la carga Garamendi, que ha acusado al Ministerio de Trabajo de "cerrarse en banda" en relación a las negociaciones sobre la reducción de la jornada laboral e imponer lo que ellos quieren hacer. "Hay que hacer lo que ellos digan", ha asegurado. Preguntado por las negociaciones sobre la reducción de jornada, Garamendi ha afirmado que durante las reuniones entre agentes sociales y el Ministerio de Trabajo se ha hablado "de todo", pero que la patronal es "independiente" para decidir si le gusta "o no" la propuesta.

Garamendi

"A ella (Díaz) le puede obligar un pacto de Gobierno, pero a mí no me obliga ningún pacto de Gobierno", ha recalcado Garamendi. De igual manera, ha asegurado que desde la patronal "siempre" han demostrado que están "capacitados" para negociar y plantear cosas. Así, ha respondido después de que Díaz acusara a la CEOE y Cepyme de no tener voluntad de negociación en la mesa.

"Es la primera vez que la patronal habla mucho en los medios de comunicación y está callada en las mesas de diálogo", ha asegurado la titular de Trabajo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Que hagan lo que tengan que hacer", ha reiterado, por su parte, el presidente de la CEOE.