Alfonso Guerra acusa al PSC de no ser socialistas. Pere Navarro niega una ruptura aunque dentro de su partido varias voces tachan de error haber caído en la provocación de Rosa Díez.
En el PSOE no había muchas ganas de comentar la jugada. Algunos han intentado incluso mantenerse fuera de foco durante toda la mañana. Pero era difícil que la tensión vivida anoche en el seno del grupo socialista no provocara cuanto menos un conato de incendio, como las polémicas declaraciones de Alfonso Guerra: "Hace mucho tiempo que pienso que el PSC no es un partido socialista".
Y si para Guerra el PSC no es socialista, para el PSC, Guerra no es una voz autorizada, como afirma Pere Navarro: "Sólo escuchamos al portavoz oficial y sí nos sentimos socialistas".
Al final el conato ha tenido que ser sofocado por la dirección del PSOE. Hay discrepancias, reconocen, pero muchos más puntos de unión, en palabras de Soraya Rodríguez: "PSOE y PSC compartimos un mismo proyecto, reforma de la Constitución y unidad de España".
Socialistas todos pues, algunos interpretan que Rosa Díez tejió una trampa. Y ellos, torpemente cayeron, como reconoce Álex Sáez, diputado del PSC: "Caímos en la provocación de UPyD, lo que tocaba era abstenerse".
Esa era de hecho la postura del PSOE hasta unas horas antes de la votación. Pero la voz de los veteranos inclinó el voto a favor de la moción y desencadenó el segundo desencuentro parlametario, en menos de un año, entre PSOE y PSC.