Una veintena de vecinos de Alcázar de San Juan han pasado la segunda noche encerrados en el ayuntamiento para protestar contra la privatización de la gestión del agua. El alcalde de la localidad, Diego Ortega, pretende culminar su proyecto apoyado en la mayoría absoluta de los populares en el municipio manchego.

A esta hora, un total de 25 vecinos de Alcázar de San Juan permanecen debatiendo sobre la convocatoria de un pleno extraordinario que, según dicen, es un 'engañabobos'. Creen que el alcalde sólo busca desalojar el consistorio y que en el pleno seguirá escudándose en la mayoría de su agrupación para dar luz verde al plan privatizador.

Según cuenta Silvia Campillo, redactora de la Sexta Noticias y única periodista que permanece encerrada en el ayuntamiento, "el alcalde de Alcázar de San Juan ha dado la orden de que no entre alimentos ni agua en el consistorio, de que no entre nada". La estrategia busca minar el ánimo de la protesta vecinal pero estos, inspirados en el movimiento de El Gamonal, anuncian que no prevén abandonar el encierro. De momento, la comunicación con el alcalde es muy limitada porque "no ha aparecido por el ayuntamiento. Sólo quiere negociar por teléfono".

Asimismo, la portavoz del grupo municipal socialista, Rosa Melchor, que ha sido uno de los vecinos que ha permanecido esta noche en el ayuntamiento, ha criticado la escasez de espacio en que se ha permitido a los vecinos pasar la noche y los problemas que han tenido para poder recibir alimentos.

Melchor ha dicho que esta mañana el grupo socialista valorará si interponen una denuncia en el juzgado por este "trato" que están recibiendo los vecinos encerrados y ha agregado: "negar la higiene y los alimentos es inaudito e inhumano".