No es habitual que la Mesa rechace discutir este tipo de iniciativas -mociones consecuencia de interpelaciones que se debatieron en el pasado pleno-, ya que suelen entrar automáticamente en la sesión siguiente. Sin embargo, el artículo 184 del reglamento del Congreso sí establece que "la Mesa admitirá la moción si es congruente con la interpelación" debatida anteriormente.
Tanto el PSOE como IU han criticado duramente al PP por esta decisión y le han reprochado su falta de cultura democrática. En cambio, la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, ha argumentado la decisión y ha explicado que las interpelaciones y las mociones tienen que versar sobre cuestiones de política general que dependen del Gobierno, y las decisiones de los partidos no son competencia suya. Según ha dicho, "no hay ni un solo antecedente" de que se hayan debatidos mociones como estas, ni siquiera con el caso Filesa y varios dirigentes socialistas condenados en aquel momento.
Villalobos ha recordado que en una moción consecuencia de interpelación se insta al Gobierno a tomar determinadas decisiones sobre un tema y, en este caso, el PSOE no emplazaba al Ejecutivo a solucionar el problema de la corrupción política. Cree la vicepresidenta de la Cámara que los socialistas han actuado "a posta" sabiendo que su moción no se amoldaba al reglamento y lo han hecho, en su opinión, porque quieren "dejar ver que el grupo popular no les quiere dejar intervenir".
"Pretenden algo que está fuera de la realidad: acusar a la mayoría de que estamos rompiendo el equilibrio. Ellos han tenido unas mayorías muy aplastantes y nosotros hemos aceptado la decisión (...) Ahora nos han votado a nosotros, pues que lo acepten ellos, que tan democrática era su mayoría absoluta como la nuestra", ha apostillado. Su explicación es que el PSOE no se atreve a presentar una moción de censura a Rajoy y ha intentado que el pleno votara algo similar para instar al presidente a asumir sus responsabilidades.
Tras la decisión de la Mesa el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, ha reprochado al PP su ausencia de cultura democrática y le ha acusado de bloquear el normal funcionamiento de las Cortes y de acabar con la separación de poderes. Para Madina, el veto de las dos mociones carece de argumentos jurídicos y carece de precedentes en la historia democrática. En su opinión, Rajoy mintió al Congreso en su comparecencia del pasado 1 de agosto como quedó demostrado en la declaración judicial de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, por el caso Bárcenas.
"No estamos de acuerdo con este callejón sin salida al que quieren llevar al Parlamento, vamos a defender la validez de nuestra iniciativa con todas las vías a nuestro alcance", ha subrayado. Preguntado por qué el PSOE no se decide a presentar una moción de censura contra Rajoy, Madina ha dejado claro que si su partido lo considera en el futuro lo hará, pero ahora creía oportuna esta moción.
El líder de IU, Cayo Lara, por su parte, ha opinado que el PP tiene "miedo" al debate parlamentario, especialmente a las "implicaciones" que puede tener Rajoy en "la financiación irregular del PP", y por eso ha convertido el caso Bárcenas en un tema "tabú". Para Lara, "parece que la ley del silencio, la 'omertá' que el PP no consiguió aplicar en la calle Génova ahora la quiere aplicar en los juzgados y en el Congreso". Por eso, ha insistido en que el partido en el Gobierno tiene "cero credibilidad" en todo lo relacionado con la ley de transparencia o en abanderar la lucha contra la corrupción.
La Izquierda Plural se plantea recurrir al Tribunal Constitucional la decisión de la Mesa de la Cámara, según han indicado fuentes de este grupo.
Mientras tanto, el secretario general del grupo popular, José Antonio Bermúdez de Castro, ha respaldado la decisión de la Mesa, ha asegurado que no ha sido "caprichosa" y ha acusado al PSOE de intentar presentar una moción de censura "encubierta". "La política sin normas o con normas a la carta se convierte en populismo", ha alertado el dirigente del PP, que ha reprochado al PSOE que lleve tiempo amagando con una moción de censura que no presenta porque, a su juicio, no tiene ni programa de Gobierno ni candidato.