Para defender al exministro de los Papeles de Panamá, a su amigo personal, Luis De Guindos tira de argumento técnico: José Manuel Soria ya no está en política, dice, pero sigue siendo funcionario público y, por tanto, puede optar a un cargo directivo en el Banco Mundial: "Este no es un puesto político, es un puesto de naturaleza administrativa. No ha perdido su condición de funcionario público, porque el señor Soria ya no es político".

Y en su defensa añade, que Soria no está ni imputado ni inhabilitado, a pesar de sus intereses en paraísos fiscales. Para De Guindos, sería injusto que no pudiese aspirar a un puesto como este, remunerado, por cierto, con más de con más de 226.000 euros al año y, por si quedaban dudas: "Ni lo decide el Consejo de Ministros, ni lo decide el propio ministro de Economía, sino que es una Comisión".

Se opta por méritos y currículum, pero el Gobierno intenta recolocar al exministro que tuvo que dimitir por sus mentiras. Luis De Guindos conocía la noticia antes de verano aunque entonces también él mintió cuando laSexta hizo público el posible nombramiento: "Esa noticia no sé de dónde ha salido. Yo solo sé que el señor Soria se va a una Universidad americana la semana que viene".

Con nocturnidad, y al límite del plazo, se confirmaba la polémica recolocación, solo unos minutos después de que Rajoy perdiese la investidura: "Iré a la Comisión de Economía, daré todos los detalles de cómo se hizo el planteamiento". Eso sí, lo hará en la próxima comisión de economía prevista por el congreso, no en una específica como exige la oposición.