El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admitió en la jornada de ayer que estaba "profundamente insatisfecho" con que la cifra de paro sea peor que hace un año, pero aseguró que no le sorprendía.
En el acto de clausura de la Asamblea Anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) Rajoy tendía una mano a la oposición para lograr un gran pacto en materia económica, con la reforma de las pensiones como próxima oportunidad para el acuerdo, pero puso en duda que el PSOE esté dispuesto a compartir el precio.
"¡Claro que quiero un acuerdo, ya me gustaría!, pero yo también soy consciente de que la mayor responsabilidad en estos momentos la tiene el Gobierno de España y es el que tiene que asumir el coste" de tomar las decisiones difíciles, manifestaba el líder popular, tras subrayar que no había conseguido el apoyo de la oposición para ninguna de las reformas estructurales que ha puesto en marcha su Ejecutivo, como son las medidas diseñadas para paliar el problema de los desahucios.
"No veo a algunos dispuestos a compartir este coste, pero en cualquier caso mi mano siempre está tendida", recalcaba tras insistir en que sería bueno que la oposición hiciera "un esfuerzo", como lo hace toda la sociedad española.
Las declaraciones del presidente funcionaban como respuesta a la petición realizada horas antes por José Antonio Griñán. El presidente de Andalucía llamó a Rajoy a "convocar a todos" los partidos y agentes sociales a una mesa de diálogo para salir de la crisis y advirtió de que, si no lo hace, "con su equivocación pasará a ser el único responsable de la destrucción de cientos de miles de esperanzas y esa será su herencia".
Rajoy: "¡Claro que quiero un acuerdo, ya me gustaría!"
"Hay que convocar a todos. Éste es un momento en el que hay que jugársela. Piensa el señor Rajoy que no haciendo nada más que esperar será suficiente; se equivoca", argumentaba Griñán.
En la misma línea se manifestó el líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, al asegurar que su agrupación política llevaba pidiendo la mencionada mesa de diálogo "desde el minuto uno" de su mandato. Por parte, la líder de UPyD, Rosa Díez, también ve con buenos ojos un hipotético pacto de Estado porque un diagnóstico común de los problemas es "siempre imprescindible, incluso cuando la cosas van bien".
Sin embargo, cree que volver a pedirlo ahora es "no avanzar nada". "Queda muy bonito, pero si no va acompañado de propuestas concretas es no decir nada", ha asegurado la política vasca.
Mucha intención y ninguna predisposición
A pesar del aparente consenso, parece complicado que se pueda alcanzar un acurdo político entre las fuerzas políticas que componen el Congreso de los Diputados. En el Gobierno hablan de manos tendidas, sí, pero la predisposición termina siendo nula.
Así lo demuestra el vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, al asegurar que las únicas políticas posibles para hacer frente a la crisis son las que ha puesto en marcha el Gobierno. "Desmoralización no, sino todo contrario, estamos convencidos de que las únicas políticas posibles" para impulsar el crecimiento y crear empleo "son las que está poniendo en marcha el Gobierno”.
"Me parece bien que el PSOE se dedique a resolver 'sus' problemas; nosotros nos vamos a dedicar a resolver los problemas de todos los españoles", subrayaba el político extremeño.