"Vamos a limpiar esta ciudad de tanta mafia". Así denunciaba Leopoldo Bernabeu, concejal electo de Ciudadanos Por Benidorm, las presuntas corruptelas de varios ayuntamientos alicantinos. Incluso, llegaba a tachar al regidor de l'Alfàs del Pi, Vicente Arqués, de "alcalducho cagón" en su canal de televisión, disfrazado de bucanero.
Sin embargo, ahora es a él a quien acusan de pirata. Porque Bernabeu habría intentado vender información a empresarios desde su asiento de concejal. "Este señor está eternamente agradecido al hecho de que yo le haya informado de que un proyecto suyo iba a comisión informativa", explicaba, en una conversación publicada, el denominado 'Azote de Benidorm'.
En este sentido, añadía Bernabeu que tenía "información pa' aburrir". Este concejal, cuyo partido nada tiene que ver con el otro Ciudadanos, lo hacía, supuestamente, a cambio de que los beneficiados se anunciaran en su cadena de televisión.
"Ni podemos decir: 'Oye, vengo de parte de..'. Ni podemos decir: 'Como no me hagas publicidad te corto el cuello', pero se tiene que dejar caer cariñosamente", continuaba explicando durante la conversación.
En la misma, Bernabeu volvía a reconocer haber avisado, en esta ocasión particular, a un promotor: "A ese señor, si yo no le informo, pues a lo mejor habría perdido por lo menos cinco o seis millones euros".
Para los concejales del resto de grupos municipales, esto no es ninguna sorpresa. "Ahora que ya ha conseguido lo que se ha demostrado era su objetivo: llegar al Ayuntamiento para hacer lo que mejor sabe hacer"apunta Gema Amor, portavoz de Liberales de Benidorm.
Por su parte, los populares, prefieren ser cautos. "Yo creo que hay que esperar", dice JOsé Ramón González, miembro del PP en el Ayuntamiento de Benidorm. En cambio, los socialistas ya han anunciado medidas legales.
"Creo que se han producido posibles delitos de tráfico de influencias, cohecho y prevaricación administrativa", apostilla Rubén Martínez, portavoz del PSOE en el consistorio. Según Bernabeu, todo responde a una campaña de persecución llevada a cabo por exmiembros de su propio partido.