La comunidad educativa respalda mayoritariamente el sistema actual con el catalán como lengua vehicular y cree que es inviable y segregador incluir una casilla para poder optar a tener las clases en castellano.

El sindicato mayoritario de profesores exige que no se mezcle la educación con las tácticas políticas. Ramón Font, uno de sus miembros, dice que eso es una línea roja porque "no existe ni un niño en Cataluña que hable catalán y no hable castellano".

Existen sentencias que avalan que las familias puedan elegir si quieren una educación con las clases en castellano, pero hasta la asociación no independentista Sociedad Civil Catalana cree que hay que respetar el sistema vigente en Cataluña.

José Rosiñol, presidente de Sociedad Civil Catalana, afirma que "el catalán es una lengua tan española como cualquier otra lengua del país, y no hay nada sagrado más allá de la ley y de la democracia. Con lo cual, los sistemas educativos catalanes los tienen que decidir los ciudadanos de Cataluña"

Los centros públicos de la región imparten las asignaturas en catalán y sólo 29 centros privados lo hacen en castellano. En 2015, el Gobierno de Rajoy planteó ayudas de 6.000 euros para las familias que prefirieran estudiar en castellano en los pocos centros privados que ofrecen esta opción, pero apenas se han solicitado.

La LOMCE, desde su puesta en marcha, no ha logrado imponer el castellano como lengua vehicular. La aplicación del 155 puede cambiar eso cuando falta poco más de un mes para que se abra el periodo de matrículas del próximo curso.