Hay pocas certezas en el panorama político, cada día un tablero más volátil, más inestable, más volcánico. Pero hay una máxima que propios y ajenos ya han aceptado: España es un país multipartidista y los días de sólo dos opciones quedaron atrás.

Los pasos que ha dado la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para trabajar en una plataforma que aúne a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE van en apuntalar esa idea: ser compañero de ticket electoral en el ámbito progresista del PSOE, fuerte, para poder continuar en el poder.

Pero hay una duda que sobrevuela: ¿le conviene a la izquierda española presentarse en dos listas o en tres? Y, sobre todo, ¿a quién beneficia más? ¿A Pedro Sánchez? ¿A Unidas Podemos? ¿A Más País? ¿A ninguno?

laSexta.com ha analizado la media de encuestas y los resultados de las últimas generales de noviembre de 2019 y ha sondeado a expertos en ciencia política para intentar ofrecer una foto fija de la eficiencia de la suma. Estas son las razones que harán decantarse a los líderes de la izquierda para unirse... O no.

"En coalición, 1+1 no siempre es 2"

"Las coaliciones preelectorales en nuestro país nos han enseñado que 1+1 nunca es 2", sonríe al otro lado del teléfono Pablo Simón, politólogo y editor de Politikon, mientras charla con este medio.

Existe una peculiaridad de nuestro sistema electoral, y un número mágico en torno al que orbitará cualquier estrategia que pueda desarrollar Yolanda Díaz. "Hay que entender que nuestro sistema electoral tiende a penalizar a partidos con menos del 15% del voto. Esa es la barrera con la que un partido comienza a ser competitivo en provincias medianas, que eligen a 5 diputados para las generales", explica Simón.

Por encima del 15% estás a salvo y con una representación más o menos ajustada. Si estás por debajo, tus resultados no se parecerán demasiado al número de escaños logrados. "Cualquier fórmula que permita que un partido sea más competitivo, a priori es buena idea", sostiene el politólogo.

"Sí hay espacio para una plataforma que recoja más votos"

Porque haber espacio, lo hay. Así lo cree el profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III Ignacio Jurado. "El espacio siempre está ahí, existe. A la izquierda del PSOE siempre ha habido muchos votos, mucho potencial, y, desde que tenemos fragmentación, más".

"El PSOE está estable, pero hay muchas personas más allá del partido socialdemócrata clásico. Espacio hay", insiste Jurado durante una conversación con laSexta.com: "Tiene mucho sentido que existan opciones consolidadas a la izquierda de la socialdemocracia".

Con los resultados electorales de noviembre de 2019, la última vez que se celebraron generales, lo cierto es que Unidas Podemos -con sus confluencias- rondaba el 15%, aunque no llegaba. Eso se reflejó en la distribución de escaños: 35 miembros. Y la situación no ha variado: a día de hoy, la media de encuestas sitúa a la formación de la que Yolanda Díaz sería candidata a través de su plataforma en el 10-12%.

Así, el castigo se mantendría, si todo sigue igual.

Pelea con el compañero y con el rival

"Ahora estamos en un contexto bibloquista: tenemos dos bloques, por lo que necesitan compañeros de bloque fuertes para poder triunfar", enumera Pablo Simón.

De este modo, la pelea política es en dos sentidos: primero, el hegemónico de cada esquina del tablero contra el otro. Esto es, en las circunstancias actuales, PP y PSOE. Porque el más votado en las circunscripciones tiene una prima de diputados por el sistema.

Pero también existe la lucha dentro del mismo bloque. Se necesita que el 'junior' aguante en torno al 15%, pero que no esté lo suficientemente fuerte como para desequilibrar las fuerzas.

La derecha, en clara ventaja a día de hoy

"Con el promedio de sondeos, la derecha está en clara ventaja a día de hoy", certifica Simón. "Por eso Sánchez necesita fuerte a lo que hay a su izquierda", insiste, por su parte, Jurado.

Los expertos lo tienen claro: todo a la izquierda del PSOE debería tener unidad para ser más competitivo. "Cuanta más diversidad de partidos, más opciones electorales, y eso es atractivo. Y podrías pensar, más diversidad, más voto. Pero la realidad es que nuestro sistema electoral es cuanta más concentración, mejor pasas las barreras", explica Ignacio Jurado.

La línea es fina y el equilibrio casi imposible, a priori. "No hay una fórmula del éxito. Tenemos que pensar en la experiencia de 2016, cuando parece que hay sorpasso de Podemos, que compite por separado con IU. Después hacen el 'pacto de los botellines', que parecía que iba a ser un éxito y no lo fue. Es difícil saber cómo van a resultar estas fórmulas", rememora el profesor Jurado.

De ahí el interés de Yolanda Díaz por dejar las siglas de Unidas Podemos detrás y cocinar su proyecto como una plataforma ciudadana, trasversal, que vaya más allá, y salir del nicho de la izquierda, buscando sumar adeptos en los trabajadores de todas las ideologías.

"La concentración siempre se va a dejar a alguien por el camino, pero la diversidad te da de bruces con el sistema electoral. Me parece difícil", diagnostica Ignacio Jurado. "Es algo que solo se ha ensayado en 2016, y ahora hay fuerzas nuevas. Ahora que existe Más País, es muy difícil saberlo".

La clave de bóveda: Más País y Errejón

El profesor de Ciencia Política arguye el desconocimiento del origen de ese votante que puede optar por la candidatura de Errejón "No sabemos. Depende de si el votante de Más País está cogiendo del PSOE, si Más País se une a una plataforma de Yolanda Díaz, si ese votante que ahora recoge Errejón prefiere volver al PSOE o no votar...".

"Ahora es lógico que nadie quiera revelar si quieren entrar o no. Es lógico que Más País o Compromís estén esperando", añade Pablo Simón. Por otro motivo: no está claro el calendario, y Errejón puede consolidarse y expandirse, o todo lo contrario, de aquí a dos años, que es lo que tardarían en llegar las elecciones generales si se agota la legislatura. El peso en la negociación puede variar y mucho.

El premio, de todos modos, es jugoso: acabar de ministro. Pero el rol de Más País es peliagudo: se juega su definición en el imaginario colectivo sobre qué tipo de fuerza política es: si un partido verde, si una escisión de Podemos y poco más… "Corren el peligro de desdibujarse y tienen que intentar salvaguardar su marca", indica Simón.

Para Jurado la única manera de que Más País aceptara y no saliera perdiendo sería "garantizando que sea una plataforma en la que no haya una organización de entre todas las integrantes cuya estructura orgánica predomine".

¿Cómo conseguirlo? Con un "compromiso represivo, de cuotas". "Conseguir que están supliendo el coste de integrarse con utilizar esa plataforma para amplificarte. Tienes que hacer una estructura nueva, paralela, y esa estructura tenga una cuota importante de tu partido", ahonda Ignacio Jurado.

El votante de izquierdas se decide con tiempo

Mientras tanto, el reloj avanza y corre en contra de la izquierda. Con los datos de las elecciones de noviembre de 2019 en la mano, y haciendo un experimento aritmético, la izquierda sólo tendría una ventaja electoral si ellos van en dos listas -una, del PSOE, y otra de la plataforma- y la derecha en tres -PP, Vox, Cs-.

No hay otra combinación ganadora posible para Sánchez y Díaz. Si ambos bloques compiten en dos listas, o en tres, gana la derecha. Y más en la actualidad, con la media de encuestas aupando a Pablo Casado y a Santiago Abascal, aunque se haya diluido la influencia de Inés Arrimadas.

Sobre todo, porque, tal y como retrata el último barómetro del CIS, correspondiente a este mismo mes de octubre, la mayoría de votantes del espectro de la izquierda decide su voto "mucho antes" del inicio de la campaña electoral, sobre un año antes. Y tampoco le gusta cambiar en exceso de papeleta.

El momento de tomar una decisión se acerca, y las cartas están sobre la mesa. Está por ver cómo se soluciona la partida.