Javier es uno de los muchos propietarios de un establecimiento de hostelería que está listo para empezar a recibir clientes. Con el objetivo de salvaguardar su seguridad, ha señalizado todo un circuito en su bar, ‘El Tequeño’, para crear caminos determinados y evitar así posibles casos de contagio. También, con carteles para evitar el contacto con elementos de uso común, como los menús.

Como el suyo, a partir de este lunes reabren cientos de bares y restaurantes que deben ofrecer servicios protegiendo la salud de clientes y trabajadores. Entre las medidas adoptadas para ello, se ha decretado que haya menos mesas y más espaciadas, y sólo podremos reunirnos un máximo de diez personas en torno a ellas.

Eso sí, en las mismas no habrá servilleteros, palilleros o aceiteras: todo será de un solo uso e individual. En cambio, no faltarán geles hidroalcohólicos. Estas terrazas deberán disponer siempre de este producto, que, al igual que las mascarillas y los guantes, nos habituaremos a ver en todos los comercios. Pero no son estos los únicos comercios que abren el 11 de mayo.

Normas para tiendas, mercadillos y otros comercios

Carmen, dueña de una tienda de moda en Tarragona, también lo tiene todo preparado para reabrir. Es uno de los cientos de locales de menos de 400 metros cuadrados que permitirán la compra física. Eso sí, con un aforo limitado a un tercio y siempre respetando la distancia mínima de dos metros. También deberán desinfectar los probadores después de cada uso.

En cuanto a la ropa, Carmen nos ha contado que ha instalado "fundas en los vestidos para proteger al tacto" y los que no se compren se guardarán "en el almacén 48 horas". Los concesionarios, ITVs y espacios de jardinería serán los únicos que podrán abrir, independientemente de su espacio. En ellos, ese cumplimiento de la distancia será más importante que nunca.

En los mercadillos solo podrán reabrir el 25% de los puestos y respetando en todo momento las medidas de seguridad. Hoteles y apartamentos turísticos solo abrirán las recepciones. El resto estará clausurado. Será imprescindible la cartelería en varios idiomas y se deberá evitar el uso de ascensores, o máximo una persona. Así se prepara el sector hostelero y comercial para recuperar parte de su nueva normalidad.