Enrique Ortiz es el primer empresario que tira de la manta y confiesa abiertamente la financiación ilegal del PP de Valencia. Prácticas irregulares que alcanzaron hasta un mitin electoral de Mariano Rajoy en Valencia, en el año 2008, organizado por todo lo alto.

Según la acusación, parte de ese boato lo pagó Ortiz, abonando irregularmente 348.000 euros, y que ahora ha reconocido en un escrito a la Audiencia Nacional. Unos pagos que, como se comprueba en pinchazos telefónicos, servían para conseguir luego adjudicaciones de la Comunidad Valencia en la época de Francisco Camps.

Ortiz, que tiene otras causas pendientes como el caso Brugal, busca con esta confesión rebajar su pena de cuatro años a sólo uno y tres meses; en este caso, de la trama valenciana de la Gürtel.

En los pinchazos también queda claro cómo los empresarios necesitaban llevarse bien con los políticos, como el tío de Vicente Cotino, expresidente del parlamento valenciano. También ha confesado la financiación del PP valenciano Francisco Beviá, trabajador de Enrique Ortiz.