Una semana después de la tragedia se ha celebrado un emotivo homenaje civil a los 79 fallecidos en Santiago de Compostela.

Isidoro, el vecino de Angrois que grabó las primeras imágenes del accidente se ha derrumbado como muchos de los familiares de las víctimas del accidente. "Necesito llorar", repetía durante el homenaje.

Un acto de reconocimiento también al personal sanitario, bomberos y policías que ayudaron en el rescate y por supuesto, a los vecinos de Angrois que prestaron los priemros auxilios.

Maria del Carmen, perdió en el accidente a su hija y su yerno, aún se encuentra turbada por los acontecimientos. "El dolor es tan grande que no me lo creo todavía", ha admitido.

Más de 1.500 personas han querido acudir a este acto en el paque Bonaval. Un acto en el que el silencio ha sido sustituido posteriormente por la música de la real filarmónica de Galicia o por las gaitas de Xosé Manuel Budiño.

Carmen Freiro, locutora del 061 que se encontraba en el homenaje aseguró que  "una vez pasado el tiempo nos dimos cuenta de la margnitud de lo ocurrido. "Hicimos nuestro trabajo, pero aunque estemos entrenados eso no quita que no suframos como personas que somos".

Además, se han leído uno por uno los nombres de todos los fallecidos así como poemas, palabras de agradecimiento y de apoyo. "No hay palabras ante nuestro dolor y desolación, solo cabe el silencio", ha delarado José Anxo Puga, presidente de la Asociación de vecinos de Angrois.

"Pones todo encima del asador pero al día siguiente estás un poco tocada", ha comentado una sanitaria que trabajó en el rescate.

La tragedia perdurará por siempre en los corazones de los familiares, tal y como asegura la coordinadora de psicólogos, Ana Martínez: Llas heridas cicatrizan y se hacen parte de nosotros".