Fabio, al comienzo de la crisis, hizo las maletas con destino a Latinoamérica. Pero su marcha no constó en ningún registro. Estuvo en el extranjero entre 2010 y 2013: "Si tienes intención de volver, la gente no va al consulado". Esto explica en parte la dificultad para cuantificar la emigración juvenil.

Pedro Sánchez la cifra en medio millón desde el comienzo de la legislatura. Para ello cuenta a todos los jóvenes, entre 18 y 35 años, con nacionalidad española. Mariano Rajoy también cita al INE para hablar de 24.000, pero se queda sólo con los nacidos en España, entre los 15 y los 29 años.

El dato del Gobierno contrasta con el que ofrece el Instituto de la Juventud: 218.000 jóvenes se marcharon durante la crisis. Itsaso Andueza, presidenta Consejo de la Juventud de Euskadi, cree que "las estadísticas son poco fiables".

El Instituto Elcano estima en 40.000 el saldo entre todos los españoles que se han ido y han vuelto durante la crisis. Mucho más, 700.000 emigrantes de nacionalidad española, es lo que calcula la Fundación Alternativas. Una diferencia abismal, que refleja la ausencia de un sistema único para medir este fenómeno.