En enero de 2013 salta la noticia, Luis Bárcenas tuvo 22 millones en una cuenta en Suiza y la fue vaciando tras ser imputado en el marco de la investigación de la trama Gürtel, en 2009. Según un auto del Juez Ruz, sustentado en informaciones de las autoridades suizas y la Policía, el extesorero llegó a poseer diferentes cuentas a su nombre.

Por parte del Partido Popular, las reacciones no tardan en llegar,lo primero que hace la formación es negarlo todo. Su versión se sustenta  en decir una y otra vez que no saben nada. En una comparecencia en Génova, el ministro de Economía, Luis de Guindos y Carlos Floriano, vicesecretario general de Organización, pasan de estar "convencidos de la inocencia de Bárcenas" a dejar la puerta abierta a que asuman responsabilidades quienes las tengan.

La sombra de las cuentas en Suiza crece sobre el Partido Popular y sobre Rajoy en particular. Bárcenas recurrió a la amnistía fiscal del Gobierno para blanquear parte de su fortuna con impunidad, lo hizo a través de tercero. Al respecto, el ministro de Hacienda, muy astuto, afirma que el nombre del extesorero no aparece "en la lista de Hacienda".

Durante la campaña a las elecciones de la Generalitat de Cataluña, varios informes policiales pone de manifiesto la posible existencia de  dinero en paraísos fiscales perteneciente a Artur Mas. Entonces, María Dolores de Cospedal afirmaba que "habría tenido que dimitir" si se hubiera demostrado que un "presidente del Partido Popular, algún familiar o sus predecesores del mismo" tuvieran "dinero fuera o lo hubieran evadido". Ahora, sus palabras se vuelven en su contra.

El PP se ve día tras día en una situación más complicada. El discurso en público se basa en afirmar que continúe la investigación "hasta el final", sin embargo, son conscientes de la gravedad del caso. Mientras tanto, no tarda en aparecer el verso suelto,  la lideresa, la mujer con más carisma del PP, Esperanza Aguirre. Bajo su consigna, "yo destapé la trama Gürtel", insta una vez más a la honradez.

Más adelante, aparece el ya mítico "cada uno que aguante su vela" de Cospedal. Figuras como la secretaria general del PP, Ángel Acebes o Javier Arenas escurren así el bulto sobre el dinero negro y los sobresueldos dentro de la formación y demuestran que a pesar de la aparente unidad y normalidad que quieren transmitir, la tensión sique aumentando dentro de sus filas. Cospedal no puede más y declara: "Aquí cada uno que aguante su vela".

Frente a la crispación política y ciudadana por las revelaciones que demostrarían la existencia de sobresueldos en el PP, Rajoy decide aparecer y hablar tras un tiempo de silencio. "Si tengo conocimiento de irregularidades en el PP, no me temblará la mano".

Mientras tanto, Luis Bárcenas actúa como si nada. En la puerta de su casa, a las preguntas de los periodistas sobre si se declara inocente, responde que sí, exactamente dice que "¡Faltaría más!". Incluso se atreve a negar lo que más tarde ha confirmado él mismo. En un comunicado asegura que mientras fue gerente y tesorero del PP no se hicieron pagos al margen de los reflejados en la contabilidad declarada oficialmente. "Todo esto es una burda manipulación" porque "ni existe ni ha existido ninguna libreta secreta", sostiene.

A finales del mes de febrero llegan las famosas explicaciones de Cospedal sobre el despido de Bárcenas, y el pago de su pactada indemnización en diferido". Conforme aumentan las revelaciones sobre el caso, la Justicia avanza. El juez Pablo Ruz prohíbe a Bárcenas salir de España y el obliga a comparecer cada 15 días.

En total, Luis Bárcenas llegó a acumular más de 47 millones de euros en Suiza según revela una nueva comisión rogatoria en el mes de junio.

El 17 de julio los acontecimientos se precipitan y el juez ordena el ingreso en prisión de Bárcenas tras constatar el riesgo de fuga. A falta de sentencia, el juez Ruz imputa a Luis Bárcenas un total de 14 delitos, que sumarían una pena mínima de 14 y una máxima de 62 años de cárcel. Se le acusa de delito fiscal, blanqueo de capitales, falsedad documental, estafa procesal y cohecho.

A raíz de su encarcelamiento, el extesorero del PP decide tirar de la manta. Su actitud cambia y pasa de negar las irregularidades existentes dentro del partido a reconocerlas. En una entrevista, Bárcenas reconoce la autoría de los documentos publicados y describe la supuesta financiación ilegal del Partido Popular durante dos décadas. Además, aprovecha para responsabilizar a María Dolores de Cospedal del cobro de una comisión de 200.000 euros.

Las palabras de Bárcenas hacen que los abogados encargados de su defensa, Miguel Bajo y Alfonso García Trallero, renuncien a representarle por "discrepancias profesionales", muestran así su descontento por el último "ataque" que el extesorero dirige al PP tras su encarcelamiento. Gómez de Liaño pasa a ser su abogado.

Días después, salen a la luz los SMS que revelan que Mientras Rajoy mintió al negar cualquier contacto con Bárcenas, "Luis sé fuerte, mañana te llamaré", le decía. El escándalo enciende los ánimos en la oposición, el entonces secretario general del PSOE, Rubalcaba, amenaza con presentar una moción de censura si Rajoy se esconde detrás de su mayoría absoluta. Finalmente, Rajoy decide fijar su comparecencia sobre el caso Bárcenas para e1 de agosto. Entonces admite que se equivocó.

Más adelante, una imágenes, en exclusiva de laSexta Noticias, despejan la incógnita sobre cómo se estaba adaptando Luis Bárcenas a la vida en prisión. Lleva 82 días encarcelado y en ellas se ve al extesorero relacionándose con el resto de presos. Está en un módulo preventivo, con buen aspecto y charlando con sus compañeros, habla por teléfono, fuma, juega a las cartas, lee, escribe e incluso reza.

Después de la publicación de la grabación, Bárcenas tiene miedo. Según su abogado, teme que se vulneren sus derechos. En su estancia en prisión, pese a que tiene algún problema de salud, se integra bien en el módulo cuatro de Soto del Real. En octubre, Instituciones Penitenciarias le castiga sin patio durante cuatro días por encararse con agentes de la Guardia Civil durante su traslado al hospital por un problema alérgico.

Si algo preocupa a Bárcenas durante su encarcelamiento es su familia. A los tres meses de estar en prisión, Rosalía Iglesias y su hijo Guillermo sufren un robo y un intento de secuestro. Un falso sacerdote entra en su domicilio. Supuestamente se hace pasar por funcionario de Instituciones Penitenciarias, reúne a quienes están en la casa y empuña un arma pidiendo un pen-drive con información que, según él, está en esa casa. El secuestro acaba cuando un escolta y el hijo de Bárcenas logran quitarle el arma. El hombre es condenado finalmente a 22 años de prisión y tiene problemas psiquiátricos.

El 16 de enero, Bárcenas sorprende y en una entrevista afirma: "Estoy siendo fuerte, le estoy haciendo caso a Mariano". Sus palabras coinciden con la petición de la Fiscalía Anticorrupción de 42 años y medio de prisión. Días después,  Javier Gómez de Liaño renuncia como abogado de Bárcenas, deja atrás meses de actividad para pedir la libertad, por fin conseguida, de su cliente. El 22 de enero reúne el importe de 200.000 euros establecido como fianza y queda en libertad.