Enrique Olivares, el falso cura que asaltó el domicilio de la familia Bárcenas, acudía a declarar ante el juez custodiado en un furgón policíal. Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero del PP Luis Bárcenas, llegaba después apoyada en el brazo de su asistenta, también citada a declarar.

Medio año después del asalto, Rosalía y el agresor de la familia tenían una cita en el juzgado. Iglesias se ha librado de encontrarse con él frente a frente, pero los medios por fin podíamos conocer la cara del hombre que secuestró a los Bárcenas.

Enrique Olivares empezó a declarar con aplomo, pero su cabeza le jugó una mala pasada cuando comenzó el interrogatorio del fiscal. Tras media hora de receso, el dictamen de los forenses ha sido claro: el ataque de nervios de Olivares ante el juez ha sido fingido. Sin embargo, su defensa no opinaba lo mismo.

Tres horas después, tras explicarle al juez que temió por su vida, Rosalía Iglesías abandonaba los juzgados aunque por poco tiempo. Mañana volverá a pasar por ellos, pero esta vez para responder como imputada ante el juez Ruz.