Alfonso y Pablo Ruiz-Mateos han sido los primeros en llegar a los juzgados antes de las nueve de la mañana, y han afirmado que "no tiene sentido una querella penal. Estamos muy tranquilos".

A los juzgados han acudido también, sus hermanos Zoilo, Javier y Álvaro Ruiz-Mateos, así como su primo Zoilo Pazos Jiménez, también imputado en este procedimiento, además de María Ángeles Gil, Víctor Tomás de la Cruz Gil, Encarnación Solana Contreras, Nuria Milagrosa Vidal y Carlos Solana Contreras.

Según el escrito de calificación provisional elaborado por el Ministerio Público, los acusados "actuando de común acuerdo y guiados por el ánimo de enriquecerse ilícitamente realizaron operaciones mercantiles entre el 30 de julio de 1997 y el 31 de marzo de 2000 que tenían por objeto la declaración de la quiebra de la entidad Finamerco".

Sociedad de la que eran administradores Pablo, Alfonso y Zoilo Ruiz-Mateos, Encarnación y Carlos Solana Contreras y Nuria Milagrosa. Finamerco era la sociedad que había comprado Bodegas Garvey a la firma Graspesherry, por un importe de 650 millones de pesetas (3.906.578 euros), de los que en el acto de compra se pagaron 50 millones (300.506 euros), dejando a deber el resto, 600 millones de pesetas (3.606.072 euros).

Según el escrito de calificación provisional, la imputación de insolvencia punible se establece por la concatenación de la ejecución por parte de los acusados de operaciones fraudulentas, consistentes en la despatrimonialización de la sociedad compradora, a fin de no hacer frente a las obligaciones mercantiles contraídas por contrato.