Los madrileños han hecho uso de su picaresca para ahorrase unos euros. Al parecer, muchos ciudadanos de la capital utilizan las bolsas que el Ayuntamiento ofrece para depositar las heces de los perros para congelar y envolver su comida.

Por ello, y según informa 'El Mundo', el Consistorio madrileño ha decido sustituir las antiguas bolsas verdes destinadas para recoger los excrementos de los canes por otras negras que incluyen una advertencia: "Artículo no apto para uso alimentario".

"Tomamos la decisión tras detectar que algunas personas vaciaban los expendedores de los parques para hacerse con muchas bolsas, para hacer un uso particular", han explicado al diario 'El Mundo' fuentes del Ayuntamiento.

Sin embargo, las novedades que traen estas nuevas bolsas se limitan únicamente a su cambio de color, por lo que el uso que los ciudadanos hacían de ellas para guardar su comida podría continuar. Eso sí, desde el consistorio advierten que "no tienen las garantías necesarias para uso alimentario".