Mientras Mas presume de proceso independentista, las negociaciones siguen encalladas. El propio Mas ha dicho que "el movimiento que había que hacer para llegar a un acuerdo ya se ha hecho, es público, es conocido. Ahora habrá que ver qué dicen otros".
La CUP dice que quiere más. "Si la oferta es la misma, la valoración está hecha", ha afirmado Baños. Sin embargo, han presentado un plan de mínimos con el que podrían cambiar. Un total de 39 medidas sociales como garantizar el transporte gratuito para parados, eliminar algunos peajes, acabar con las privatizaciones sanitarias o que la Generalitat se retire como acusación en casos de desobediencia.
Aunque Mas aceptara todo esto, seguiría sin ser suficiente. Quieren que el próximo President sea una opción de consenso, no ligada al ciclo anterior, sin vinculación a recortes ni a corrupción. Requisitos que el President en funciones no cumple. Baños insiste en que "es una figura que no encarna lo que se entiende por la República".
En Junts pel Sí admiten que no esperaban tanta dureza de la CUP. Oriol Junqueras, en Catalunya Radio, ha respondido que esperaban, al menos, "una abstención".
Aunque las dos partes coinciden en algo: no contemplan volver a celebrar elecciones al creer que perjudicarían al proceso independentista. Por eso, alguien tendrá que acabar cediendo.
MAS PASA LA RESPONSABILIDAD A LA CUP