9 de abril
Veinte años de la boda de Carlos y Camila, el polémico enlace que agitó la casa real británica
La fecha Carlos y Camila contrajeron matrimonio en una ceremonia civil e íntima, celebrada en el salón consistorial de Windsor, a la que asistieron solo 28 invitados, entre ellos familiares y amigos cercanos.
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El 9 de abril de 2005, el príncipe Carlos de Inglaterra se casó con Camila Parker Bowles, su amor de juventud, en una ceremonia civil en Windsor, marcando 35 años de relación. La boda, inicialmente prevista para el 8 de abril, se pospuso un día debido al funeral del papa Juan Pablo II. La ceremonia civil fue íntima, con solo 28 invitados, mientras que la bendición religiosa en la capilla de San Jorge contó con más de 800 asistentes, incluyendo figuras como Tony Blair y Phil Collins. Veinte años después, Carlos, ahora rey, y Camila, reina consorte, continúan juntos, enfrentando desafíos de salud del monarca.
* Resumen supervisado por periodistas.
El 9 de abril de 2005, el entonces príncipe Carlos de Inglaterra se casó, en segundas nupcias, con su novia de juventud, Camila Parker Bowles, culminando una historia de amor que había comenzado 35 años atrás, cuando se conocieron en un partido de polo en 1970. Hoy se cumplen 20 años de aquel enlace.
Aunque inicialmente la ceremonia estaba prevista para el 8 de abril, el príncipe Carlos tuvo que retrasar un día su boda para acudir al Vaticano al funeral del papa Juan Pablo II. Por esta razón, finalmente se celebró el día 9.
Carlos y Camila contrajeron matrimonio en una ceremonia civil e íntima, celebrada en el salón consistorial de Windsor, a la que asistieron solo 28 invitados, entre ellos familiares y amigos cercanos. Los padres del novio, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, no acudieron a la celebración, aunque sí estuvieron presentes en el oficio religioso y en la recepción posterior. Carlos se convertía así en el primer miembro de la familia real británica en casarse por lo civil.
Los novios salieron juntos desde el Castillo de Windsor e hicieron en coche el corto trayecto hasta el ayuntamiento, donde les esperaba una multitud de curiosos deseosos de verlos. Tras la ceremonia civil, regresaron a la residencia real, donde Camila se cambió el sencillo conjunto blanco que había lucido por un vestido con levita y cola, para asistir a la bendición religiosa del matrimonio. El arzobispo de Canterbury había dejado claro que una boda religiosa no era posible bajo las pautas de la Iglesia de Inglaterra.
El oficio religioso tuvo lugar en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. Asistieron más de 800 invitados, aunque no se convocó a autoridades del Estado ni a miembros de otras casas reales. Aun así, algunos como los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega, y los reyes Constantino y Ana María de Grecia acudieron a título personal. También asistieron numerosas personalidades como el primer ministro Tony Blair, el diseñador Valentino, el cantante Phil Collins o el actor Rowan Atkinson, entre otros.
Al finalizar la ceremonia, los recién casados bajaron por la escalinata de la capilla, seguidos por sus hijos y otros miembros de la familia Windsor. La reina Isabel II ejerció como anfitriona en la recepción posterior.
Veinte años después, Carlos III, ya convertido en rey del Reino Unido, y Camila, reina consorte, siguen juntos en una historia de amor larga y no exenta de polémicas. Actualmente, ambos están muy pendientes de la salud del monarca, recientemente diagnosticado de cáncer.
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