Las playas de arena blanca de Odesa son ahora un peligro para los miles de turistas que acudían a disfrutar del sol en la 'joya' del Mar Negro. La invasión rusa ha provocado que la muchedumbre se haya cambiado por numerosos carteles que alertan de la plaga de minas esparcidas por el mar debido a la guerra con Rusia, y los oficiales de policía patrullan por los paseos marítimos.

El ejército de Ucrania invadió toda la costa de minas tras la invasión de Moscú el 24 de febrero, con el objetivo de evitar un ataque por mar, acordonando las entradas a la playa con cinta roja y blanca para garantizar que los civiles no resultaran heridos.

Ahora, los carteles colocados por el ejército de Ucrania advierten a los residentes que se mantengan alejados de las playas donde se han enterrado las minas. Desde un restaurante junto al mar, se puede ver ahora un cartel en el que se alerta: "¡Peligro! Minas".

Además de los efectos directos de la guerra, la economía local de la ciudad portuaria de Odesa, en el suroeste de Ucrania, se verá duramente afectada por la falta de turismo este año. Los residentes del lugar no pueden imaginar la vida en Odesa sin la vida del mar. "No podemos vivir sin el mar. Si no fuera por el mar, probablemente Odesa no existiría", ha aseverado Viktor Holchenko, un residente de 82 años.

Sin embargo, aún se puede ver a algunos vecinos caminando por la playa y colocando toallas en la arena, desafiando las reglas. "Nos damos cuenta de que el componente turístico, comercial y recreativo es un elemento importante... pero también nos damos cuenta de que si no mantenemos la defensa de nuestra región, no habrá presupuesto para llenar", dijo Nataliia Humeniuk, vocera de el comando militar del sur.