Sin apenas avances

Trump ya no quiere ser mediador por la paz: carga contra el 'bocazas' de Zelenski y un Putin "absolutamente loco"

El contexto
Desde que regresó a la Casa Blanca, el republicano no ha cesado en sus intentos de rebajar la tensión entre Rusia y Ucrania tras más de tres años de conflicto. Meses después, los resultados llevan al magnate a desvincularse de su misión.

El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, este domingo.
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Hace unos meses, Donald Trump regresaba a la Casa Blanca con varias misiones en mente, entre las que destacaba la de convertirse en mediador de conflictos internacionales como es la invasión de Rusia a Ucrania con ya tres años a su espalda. Meses después, y pese a los esfuerzos, la ambición del norteamericano parece desvanecerse tras sus palabras de este domingo respecto a sus homólogos Vladimir Putin y Volodímir Zelenski. Para ninguno hay buenas palabras, con amenazas de sanciones incluidas.

Mientras que para Trump el ucraniano "no hace ningún favor a su país hablando como habla", al considerar que "todo lo que sale de su boca causa problemas", del ruso asegura que "se ha vuelto absolutamente loco" y "está matando innecesariamente a un montón de gente (...) no solo de soldados". Actitudes de los mandatarios que el republicano, admite, que le gustan "nada".

Unas palabras que llegan horas después de que Rusia lanzara lo que ya se considera como el mayor ataque de su ofensiva sobre Ucrania dejando al menos 13 muertos en Kyiv y en otras ciudades ucranianas. Ataque que llegaba en la última jornada del proceso de canje de 1.000 prisioneros de cada uno de los bandos enfrentados, acordado la semana pasada en la capital turca, Estambul.

La gravedad del ataque, como viene siendo habitual, llevó a Zelenski a reiterar sus exigencias de respuesta por parte de la comunidad internacional, con recado concreto a los Estados Unidos (EEUU) de Trump: "El silencio de América, y el silencio de otros en el mundo, solo envalentona a Putin", criticó Zelenski.

Un Putin ante el que Trump no duda en mostrar su sorpresa. "Siempre he tenido muy buena relación con Vladimir Putin (...), pero algo le ha pasado", aseguraba el republicano en una publicación en su red Truth Social. En ese sentido, lamentaba que "se están disparando misiles y aviones no tripulados contra ciudades de Ucrania, sin motivo alguno", lo cual ha advertido "llevará a la caída de Rusia" si demuestra querer "toda Ucrania, no solo un pedazo de ella".

Ante las críticas, el presidente norteamericano fue preguntado sobre la posibilidad de imponer sanciones a Moscú, en línea con otro países. Sin comprometerse a hacerlo o descartarlo por completo, Trump se limitó a subrayar que Putin "absolutamente, está matando a mucha gente". Línea que ha mantenido en los últimos meses durante los que ha esgrimido que sancionar a Moscú podría complicar las negociaciones de paz.

Conversaciones que se comprometió en liderar pocos días después de volver a la Casa Blanca. A principios de febrero, el republicano llamaba a su par ruso, para después hacerlo al ucraniano y anunciar al mundo que Kyiv y Moscú emprenderían las negociaciones para la paz "de inmediato" y así terminar con un guerra de la que ha responsabilizado a su predecesor, Joe Biden.

Precisamente, Trump también tuvo palabras para el demócrata, reiterando que el conflicto "nunca habría comenzado" si el hubiera sido presidente. Por eso, insiste en que "es la guerra de Zelenski, Putin y Biden, no la de 'Trump'", en la que, dice, estar "ayudando a apagar los grandes y feos incendios, que han sido iniciados por medio de una gran incompetencia y odio".

Una 'ayuda' que parece decaer tras meses de continuas tentativas para rebajar la tensión entre Kyiv y Moscú, como fue la conversación de Trump con el ruso y el ucraniano la semana pasada que servía de pistoletazo de salida a una nueva ronda de conversaciones sin avances. Eso sí, la presión estadounidense ya no sería como la vista hasta ahora dejando el paso en Ucrania y Rusia porque "ellos saben cosas que no conocen otros". Está claro que al republicano se le han acabado las ganas de ser mediador internacional.