Donald Trump mantiene su línea ante la inmigración. "Vamos a coger a criminales, camellos, traficantes de drogas (...) sin duda dos millones de personas, que podrían ser tres, y vamos a devolverles a sus países o vamos a devolverles a sus países o vamos a meterles en prisión. Pero vamos a expulsarles de nuestro país, están aquí ilegalmente", ha dicho.

En su entrevista en la CBS, Trump matiza sus promesas de campaña. Ya no son diez millones de indocumentados a los que echará de Estados Unidos, sino tres millones con antecedentes. Sin duda, la inmigración fue uno de sus mensajes más repetidos en la campaña.

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Se ha referido también al muro que va a construir en la frontera con México. Es necesario, ha dicho, pero en algunas zonas podría sustituirse por vallas.

En Francia, Marie Le Pen defiende que cada país proteja sus propios intereses y reconoce que la elección de Trump abre una nueva era: "La victoria de Trump va a construir un nuevo mundo". Así lo ha dicho en una entrevista en la BBC.

Buena sintonía también la que mantienen Trump y el principal impulsor del Brexit. Se han reunido en Nueva York. Farage no tardó en colgar en su cuenta de Twitter una fotografía del momento.

La gran perdedora de las elecciones americanas, Hillary Clinton, sigue repasando su dolorosa derrota. Culpa al FBI de ese batacazo por haber llevado a la campaña los correos que emitió siendo secretaria de Estado. Una investigación que quedó en nada pero que, cree, movilizó y mucho a los votantes republicanos.