Persecución de jueces

Una trampa y una huida frustrada: la historia que acabó con una jueza estadounidense detenida por evitar una deportación injusta

¿Qué ha pasado?
La jueza del condado de Milwaukee ha sido detenida y acusada de interferir en la aplicación de la ley antiinmigración de Trump. El líder del FBI le acusa de "aumentar el peligro" para la ciudadanía.

Protestantes piden la liberación de la jueza de Milwaukee, Hannah Dugan, detenida por obstaculizar la deportación de un inmigrante
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Los 100 días del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca preocupan a los estadounidenses y al mundo entero, siempre pendiente de los nuevos anuncios que se hacen desde Washington. Entre las consecuencias que más afectan a nivel global se encuentran los aranceles, pero también la persecución de los jueces.

Uno de los casos más recientes es el que afecta a la jueza del condado de Milwaukee, Hannah Dugan, que fue detenida este pasado viernes y acusada de "obstruir" y "encubrir" la detención de un migrante. También ha sido señalada por interferir en la ley de inmigración implantada por el republicano, que se ha convertido en su obsesión.

Aunque, finalmente, ha sido puesta en libertad, lo cierto es que tendrá que declarar el próximo 15 de mayo y podría enfrentarse hasta cinco años de cárcel por interferir en la actuación policial.

Una trampa y una huida

Eduardo Flores, acusado de ser "ilegal" en EEUU, acudió a un juicio que nada tenía que ver con su estado legal en el país, pero en la puerta de los tribunales le esperaban los agentes de inmigración dispuestos a tenderle una trampa para detenerlo y deportarlo. Una táctica sorpresiva muy habitual en el departamento, que la jueza del condado intentó evitar.

Al ser consciente de lo que iba a pasar, la jueza Dugan decidió despistar a los agentes y dirigirlos a otra sala con el objetivo de que el migrante pudiera huir por la puerta lateral de los juzgados. Pero la estrategia le salió mal y acabó siendo detenida. También el migrante.

Sobre ella recaen acusaciones de "obstrucción" y "encubrimiento", así como de interferir en la aplicación de la ley antiinmigratoria de la Administración Trump.

De hecho, al ser detenida la jueza, el líder del FBI, Kash Patel, afirmaba que tenía pruebas más que suficientes para demostrar que había impedido y complicado el "operativo de arresto migratorio" al "desviar intencionadamente" a los agentes que iban a detener a un migrante sin papeles. "La obstrucción de la jueza aumentó el peligro para el público", escribió Patel en un mensaje que escribió en su cuenta de X.

Se trata de la primera vez que el Departamento de Justicia de EEUU detiene a un miembro de la judicatura bajo la presunción de interferir con la nueva doctrina migratoria de la Casa Blanca. Algo que ha desatado protestas para que fuera puesta en libertad, como finalmente ha sucedido.

Una de las protestantes, de 87 años, se lamenta de lo que está ocurriendo en Estados Unidos: "Este no es el país en el que crecí". Pero mientras unos intentan aplicar las garantías de un Estado de Derecho, la Casa Blanca percibe a jueces y leyes como obstáculos incómodos para vaciar el país de inmigrantes.

"Tenemos cientos de miles de personas que queremos expulsar del país, y los tribunales nos están frenando", manifestaba Donald Trump en un comunicado.