Tres extremistas de izquierdas, aprovechando un apagón masivo en gran parte de Turquía, han irrumpido en un tribunal de Estambul. Han tomado como rehén a punta de pistola al fiscal encargado del caso Berkin Elvan, el joven que murió por un disparo de un bote de gas lacrimógeno por parte de la policía. El secuestrador ha pedido una confesión oficial de los policías involucrados, mientras que la policía antiterrorista ya ha tomado posiciones.